
La ONU alberga conversaciones climáticas; EEUU abandona acuerdo
Dirigentes de 120 países celebran este miércoles una cumbre en Nueva York en la que defenderán la lucha contra el cambio climático. No estará Estados Unidos, cuyo presidente Donald Trump aseguró en la víspera que esta causa es una “estafa”.
El primer ministro chino, Li Qiang, abrirá en la sede de Naciones Unidas en Nueva York este encuentro, en el que más de un centenar de países dibujarán sus aviones para combatir el calentamiento global.
Todo ello al día siguiente de que Trump clamara desde la tribuna, en un largo discurso, que la batalla contra el cambio climático es “la mayor estafa jamás efectuada contra el mundo”, que las previsiones de incremento de temperatura vienen de “gente estúpida que ha hecho gastar fortunas a sus países”, y que las energías renovables carecen de la eficacia de los combustibles fósiles.
Pero representantes de pequeños países vulnerables al cambio climático como San Cristóbal y Nieves intentarán responder respetuosamente a Trump.
La proliferación de algas, las tormentas que se anticipan… “Todo eso es causado por el cambio climático acelerado, que amenaza nuestro pilar económico, el turismo”, dijo el primer ministro Terrance Michael Drew a la AFP antes de que inicie la cumbre.
El dirigente chino, cuyo país emite el 30% de los gases de efecto invernadero del planeta, anunciará previsiblemente un objetivo histórico: reducir las emisiones de aquí a 2035.
Hasta la fecha, China no se ha comprometido nunca a recortar sus emisiones de dióxido de carbono, uno de los principales gases causantes del efecto invernadero. En su lugar ha prometido alcanzar un tope de emisiones antes de 2030, lo cual parece estar logrando con cinco años de adelanto gracias al auge de la energía solar y los autos eléctricos.
La mayoría de los países ricos, históricamente los más contaminantes, alcanzaron dicho tope hace décadas, pero carecen de un plan creíble para llegar a la neutralidad de carbono dentro de 25 años.
“Todas las miradas apuntan a China”, dijo a la AFP Li Shuo, del centro de reflexión Asia Society.
Li Shuo espera un objetivo de reducción conservadora, de entorno al 10% o incluso inferior, para los próximos diez años.
Una meta que, si bien puede decepcionar a los ambientalistas, demostrará el compromiso de Pekín con el multilateralismo climático. “China es ahora misma la superpotencia de las tecnologías verdes”, afirmó.









