
Lamenta Armenta asesinato de policías en Huixcolotla y ordena apoyo a sus familias
Liliana Tecpanecatl
Alejandro Armenta Mier, gobernador de Puebla, manifestó sus condolencias a las familias de los tres policías municipales de Huixcolotla que fueron asesinados la noche del domingo por un comando armado. Instruyó que se agilicen los trámites para que los deudos puedan cobrar los seguros.
Recordó que se trata de una póliza “de buen nivel”, que en estos casos garantiza el pago a los familiares de una suma cercana al millón de pesos; no obstante, reconoció que ninguna cantidad de dinero es suficiente para compensar la vida de un ser querido.
Aun así —destacó— sus familiares merecen cuidado y atención económica, y es responsabilidad del Estado garantizar ambos aspectos, por lo que pidió a las secretarías de Gobernación y Seguridad Pública coordinarse para entregar dichos recursos cuanto antes.
“Es un seguro de buen nivel, es un millón de pesos; no compensa nunca ese dinero la vida de un compañero. Nuestra solidaridad absoluta se tiene que manifestar económicamente para que realmente sirva en esta situación.”
Respecto a lo sucedido en Michoacán, donde el fin de semana fue asesinado Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, el mandatario también manifestó su más sentido pésame a su familia. Descartó, sin embargo, la necesidad de aumentar su seguridad personal.
Recordó la consigna del expresidente Andrés Manuel López Obrador y dijo que a él “lo cuida el pueblo”. No obstante, agregó que no escatimará en proporcionar un vehículo blindado o el equipo necesario a los integrantes de su equipo que enfrentan de manera directa a los grupos delictivos en la entidad.
“No voy a escatimar en proporcionar un vehículo blindado a quienes están combatiendo la delincuencia organizada. Voy con tecnología, con armas de alto poder, las cámaras, los drones, las casetas, los módulos de seguridad, los chalecos que sean certificados y se cuide su caducidad, que tengan armamento.”
El mandatario añadió que, en alguna ocasión, escuchó que en gobiernos anteriores la corporación cobraba a los policías por cada bala, o les daban las municiones contadas, lo que orillaba a los elementos a trabajar con limitaciones, y en algunos casos, a aliarse con la delincuencia.


				



