
Nolan revive La Odisea en IMAX
Redacción
Christopher Nolan vuelve a hacer lo que mejor sabe: tomar un relato conocido y llevarlo al límite de la experiencia cinematográfica. Esta vez no se trata de sueños dentro de sueños ni de relojes que marcan el fin del mundo, sino de una de las raíces mismas de la cultura occidental. La Odisea, la epopeya de Homero, ya tiene tráiler y fecha de estreno: llegará a los cines el 17 de julio de 2026.
Universal Pictures presentó el primer adelanto subrayando una promesa ambiciosa: llevar la saga fundacional del poeta griego a las pantallas IMAX por primera vez. No es un detalle técnico menor. Nolan ha construido buena parte de su prestigio apostando por la experiencia en sala, por el tamaño de la imagen y por el peso del sonido. En este proyecto, la tecnología no es ornamento, sino parte del relato.
La historia es conocida, pero no por ello sencilla. La Odisea narra el largo y accidentado regreso de Ulises —u Odiseo— a Ítaca tras diez años de guerra en Troya. El viaje está marcado por monstruos, dioses caprichosos y pruebas que ponen a prueba no sólo la fuerza del héroe, sino su astucia y su paciencia. Mientras tanto, en casa, Penélope y Telémaco resisten el asedio de pretendientes y el desgaste de la espera.
El reparto confirma que Nolan no escatima en nombres. Matt Damon encabeza el elenco, acompañado por Anne Hathaway, Tom Holland, Robert Pattinson y Lupita Nyong’o. A ellos se suman apariciones especiales de Zendaya y Charlize Theron. Es un ensamble pensado para atraer públicos diversos, pero también para sostener una historia coral, donde el viaje físico es inseparable del conflicto humano.
La gran incógnita no es qué cuenta La Odisea, sino cómo la contará Nolan. ¿Optará por la solemnidad del mito o por una lectura contemporánea? ¿Habrá espacio para la épica clásica sin perder la complejidad emocional que caracteriza su cine? El tráiler sugiere una atmósfera imponente, de paisajes vastos y silencios densos, más cercana a la contemplación que al espectáculo vacío.
En una industria dominada por secuelas previsibles, Nolan apuesta por regresar al origen. No es nostalgia. Es una declaración: todavía hay historias antiguas capaces de dialogar con el presente, si se narran con ambición y rigor.







