Obra de arte en la Puerta del Perdón, artesanos realizan retablo con flor de cucharilla
Pilar Bravo
Para vestir la Puerta del Perdón de la Catedral Metropolitana esta semana han trabajado un equipo de artesanos que han colocado el retablo de Flor de Cucharilla que cada año traen del municipio de Atempan, la Sierra Norte y que se convierte en un verdadero retablo que a veces la gente no ve, pero que es digno de apreciarse.
Una de las tradiciones más destacadas en esta época del año es la realización de retablos y arreglos florales para adornar los altares y las procesiones religiosas, antes se hacían también alfombras de flores de buganvilias y de jacarandas
Pero los altares del Viernes de Dolores y las celebraciones de la Semana Santa en Puebla son decorados con coronas y figuras trenzadas con la “flor de cucharilla”.
Esta planta, que en realidad no es una flor si no son las pencas de un pequeño maguey llamado dasylirion acrotriche, es cuidadosamente recolectada en el monte por manos expertas para su posterior utilización en la elaboración de los retablos y arreglos florales.
El retablo de flor de cucharilla que se coloca cada año en la Puerta del Perdón de la Catedral de Puebla es toda una obra de arte realizada por artesanos del municipio de Atempan,
Durante varios días llegan a Puebla con su cargamento de la “flor de cucharilla” y las guías, para armar las coronas, cruces y figuras que conforman el arco que servirá de respaldo a la imagen del Cristo de la Expiración durante la Procesión de Viernes Santo
Este retablo es un ejemplo de la rica tradición artesanal y religiosa que se vive en Puebla durante la Semana Santa y que atrae a miles de visitantes cada año. La Procesión de Viernes Santo, en la que se lleva a cabo la presentación del retablo de flor de cucharilla, es una de las más importantes y emocionantes de la ciudad y se ha convertido en un verdadero símbolo de la fe y la cultura popular en Puebla y en todo el país.
La tradición de adornar se remonta prehispánica, donde los tlaxochime eran los encargados de decorar los templos y palacios con flores y vegetales. Con la llegada de los frailes, esta costumbre se incluyó en la evangelización y se utilizó en la decoración de los atrios y las iglesias.
Hoy en día, los especialistas continúan con esta práctica, utilizando técnicas y motivos ornamentales que han pasado de generación en generación.
En la Sierra Norte de Puebla, los arcos y retablos son elaborados con cucharilla, una planta que crece en abundancia en la zona.
Los artesanos conocidos como arqueros, tardan mucho tiempo recolectando la materia prima y cuando regresan a sus comunidades son recibidos con música y comida.
Los arcos y retablos son estructurados con troncos de liquidámbar o pino, espacios con bambú, tarro o bejuco, y adornados con flores y vegetales.
Estas obras de arte efímero están dedicadas a las festividades patronales y destacan en las procesiones de Viernes Santo en Puebla.