Películas que hacen brillar la Navidad

La Navidad también se vive frente a la pantalla. Cuando la casa se llena de risas, el frío invita a quedarse adentro y el tiempo parece ir más lento, una película puede convertirse en el mejor pretexto para compartir, recordar y sentirnos cerca.

Para muchos, no hay Navidad sin “Mi pobre angelito”. Kevin, las travesuras y el reencuentro familiar nos recuerdan que, incluso en el caos, el hogar siempre es el lugar al que queremos volver.

“El expreso polar” invita a creer. A través de un viaje mágico, esta historia habla de la fe, la infancia y de esa voz interior que nos dice que la Navidad aún puede sorprendernos, sin importar la edad.

Los clásicos animados también ocupan un lugar especial. “El Grinch”, en cualquiera de sus versiones, nos enseña que el verdadero espíritu navideño no se compra ni se envuelve: se siente, se comparte y nace del corazón.

Para quienes buscan emoción y reflexión, “Una Navidad con los Muppets” o “Los fantasmas de Scrooge”, basadas en el cuento de Charles Dickens, recuerdan que siempre estamos a tiempo de cambiar, de ser mejores y de volver a mirar a los demás con empatía.

Y para cerrar la noche, “Klaus” se ha ganado un lugar especial en los hogares. Su mensaje sobre la bondad, la amistad y los pequeños actos que transforman vidas conecta profundamente con el sentido más humano de la Navidad.

Porque al final, no se trata solo de ver una película, sino de compartir el sillón, las palomitas, las risas y los silencios. En Navidad, el cine se vuelve un abrazo que reúne a la familia y nos recuerda que las mejores historias son las que vivimos juntos.