Reciclaje en el Líbano como medida contra la crísis de basura
Redacción Tribuna
Los automovilistas de Beirut se detienen en un mostrador de autoservicio, no para pedir comida rápida, sino para cambiar botellas vacías y cartones por dinero en efectivo, una novedad en un país asolado durante mucho tiempo por crisis de basura.
Los vertederos enconados a menudo se desbordan en el Líbano golpeado por la crisis, los desechos se queman ilegalmente en vertederos informales y la basura flota en la costa del mar Mediterráneo.
El reciclaje administrado por el estado se ha quedado en gran medida en el camino en una nación que ha estado lidiando con un colapso económico de tres años.
“El gobierno solía estar a cargo de este sector y ahora está en bancarrota”, dijo Pierre Baaklini, de 32 años, fundador de Lebanon Waste Management.
Hace aproximadamente un año, puso en marcha la primera estación de reciclaje “Drive Throw” y abrió una segunda en febrero en Burj Hammoud, un suburbio de Beirut conocido por su proximidad a un vertedero.
Con más del 80 por ciento de la población del Líbano viviendo en la pobreza, los más pobres se ganan la vida recogiendo en los contenedores de basura cualquier cosa que puedan vender para reciclar o chatarra.
Baaklini dijo que sus clientes son generalmente conscientes del medio ambiente y se encuentran entre la minoría “con ingresos suficientes”.
Las personas conducen hasta la estación en sus automóviles, registran sus datos y colocan bolsas y cajas de materiales reciclables sin clasificar en el mostrador. Los trabajadores aceptan de todo, desde cartón hasta plástico, vidrio, metal, desechos electrónicos, baterías e incluso aceite de cocina usado.
Un letrero enumera los precios: un kilogramo (2,2 libras) de cartón vale 2.000 libras libanesas (alrededor de dos centavos), mientras que las latas de aluminio valen 50.000 libras el kilogramo.
Rony Nashef, de 38 años, entregó bolsas de plástico abultadas, en un país donde muchos dependen del agua embotellada para beber.
El reciclaje “es definitivamente una solución mucho mejor para el problema de la basura en el Líbano”, dijo.
La incompetencia y la corrupción provocaron una espectacular crisis de desechos en el Líbano en 2015, cuando ríos de basura llenaron las calles y corrieron al mar, lo que provocó miles de protestas y dañó la imagen del país.
Desde entonces, no se ha encontrado una solución viable a largo plazo, y la destrucción de dos plantas de clasificación en una catastrófica explosión en agosto de 2020 en el puerto de Beirut empeoró el problema.
