Recordando a don Enrique Montero Ponce a cinco años de su partida
David Becerra
No podemos hablar de noticias en Puebla sin tomar como referencia al decano del periodismo: don Enrique Montero Ponce.
Don Enrique nació un 15 de julio de 1928, orgulloso poblano, quien a muy temprana edad mostró un gran interés en el periodismo, pero además contaba con un gran talento que permitió la publicación de sus primeras crónicas deportivas prácticamente cuando se encontraba aún en la adolescencia, lo que en poco tiempo le valió hacerse de un nombre dentro del medio.
La visión innovadora de Montero Ponce lo llevó a crear un noticiero matutino que fue transmitido por la HR, no sin antes haber vivido un tiempo en la capital de la República absorbiendo conocimiento de los grandes exponentes trabajando en redacciones.
Así al volver a Puebla, empapado de conocimiento de la prensa nació “Esquina”, que por un lado era una columna en El Sol de Puebla y por otro, el nombre del noticiero radiofónico, sin embargo, éste último no tuvo el éxito deseado durante el primer año debido a la gran popularidad de su versión escrita.
Que al principio no le daba yo realmente todo el interés que merecía porque estaba yo distraído como cronista deportivo de ‘El Sol’. Como director de ‘La Voz’, tuve un programa de televisión en el canal 3 los domingos de 3 horas que se llamaba ‘3 en el 3’. Este noticiero que había yo iniciado fue mi segunda gran aventura de mi vida porque de ahí desembocamos en ‘La Tribuna’, afirmaba don Enrique.
Ese fue el inicio de una carrera amplia, completa y que traspasó fronteras, pues además rompió récords como el de mantener el programa de noticias con más transmisiones ininterrumpidas por más de 40 años.
Don Enrique, además fue escuela para muchas generaciones de periodistas, y su legado continúa hoy en día, tan vigente como cuando se encontraba entre nosotros.
Este 4 de enero se cumple el quinto aniversario desde su fallecimiento, y como si del destino se tratara también se conmemora el Día Nacional del Periodista.
La pasión de don Enrique Montero Ponce por esta noble profesión la llevó en cuerpo y alma hasta el día en el que trascendió.
