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Renace en Puebla el hospital que honra a la heroína Carmen Serdán

10 diciembre, 2025 3:52 pm

Redacción

Puebla fue hoy escenario de un acto que combina obra pública, mensaje político y memoria histórica. La presidenta Claudia Sheinbaum encabezó la reapertura del Hospital Regional General No. 36 —el vetusto San Alejandro, cerrado desde el sismo de 2017— y presentó su renombramiento: Hospital Regional General “Carmen Serdán Alatriste”. La ceremonia, celebrada en el marco de la 116ª Asamblea General Ordinaria del IMSS, contó con la presencia del gobernador Alejandro Armenta y del director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, y marcó el retorno a la operación de una infraestructura sanitaria que, según el IMSS, tendrá 282 camas, 35 consultorios y servicios de alta especialidad como hemodiálisis, quimioterapia y terapia intensiva.

El anuncio, además de resolver un problema de capacidad hospitalaria en la zona metropolitana de Puebla, tiene una lectura política: en un país donde la inversión pública en salud se examina con lupa y la narrativa del gobierno pone al IMSS como eje central de su proyecto social, la reapertura funciona tanto como respuesta a una urgencia práctica como acto simbólico. Sheinbaum habló de un IMSS “faro de bienestar” y de la necesidad de consolidar el derecho a la salud como pilar del Estado; palabras eficaces que buscan convertir ladrillos y quirófanos en evidencia tangible de gestión. Pero en la política mexicana la simbolización viene con factura: el reto real es que la operación diaria cumpla con los estándares prometidos y que los recursos humanos, medicamentos y equipos lleguen a tiempo para no volver a convertir pasillos en salas de espera eternas.

Ayer el gobernador Armenta amplió el relato oficial: mencionó que Puebla cuenta con nuevas unidades especializadas —oftalmología, oncología y cardiopatías— y presumió lo que ya es parte de la competencia intergubernamental por los mejores “logros” estatales. El director del IMSS subrayó que la reconstrucción era una demanda histórica.

El otro componente importante del acto fue el nombre elegido: Carmen Serdán Alatriste. Renombrar una institución pública es siempre un cálculo doble: honra a una figura, pero también pretende fijar una genealogía política. ¿Quién fue Carmen Serdán y por qué poner su nombre a un hospital en el siglo XXI?

Carmen Serdán: biografía y significado político

María del Carmen Serdán Alatriste nació en Puebla el 11 de noviembre (las fuentes varían entre 1873 y 1875 en la denominación del año, algo común en registros de fines del siglo XIX) y provino de una familia con arraigo liberal: su abuelo Miguel Cástulo Alatriste participó en la Guerra de Reforma y su padre, Manuel Serdán Guanes, fue autor de la llamada “Ley del Pueblo”, considerada una primera propuesta de reforma agraria en el país. Desde joven Carmen estuvo vinculada a causas antirreeleccionistas y a la campaña maderista que se oponía al régimen de Porfirio Díaz.

María del Carmen Serdán Alatriste - Grupo Editorial Centenarios

La historia de los Serdán es, además, dramática y emblemática. En la noche del 18 de noviembre de 1910, la casa familiar en Puebla —centro de conspiración y logística maderista— fue atacada tras el descubrimiento por las fuerzas de seguridad. Aquiles y Máximo Serdán, junto a Carmen y otros miembros de la familia, resistieron el asalto. El enfrentamiento fue feroz: Máximo y Aquiles murieron a consecuencia de heridas de bala, mientras Carmen, su madre y la esposa de Aquiles (Filomena del Valle) fueron heridas, detenidas y sometidas a proceso. Carmen fue enviada a la cárcel de La Merced y después al hospital, para finalmente ser liberada casi un año después, en mayo de 1911, entre vítores de simpatizantes. Ese episodio, desde Puebla, dio el primer empujón visible a lo que se convertiría en la Revolución mexicana.

Pero Carmen no fue solo símbolo: fue activista operativa. Financió la compra de armamento, trasladó municiones, ayudó a imprimir y distribuir propaganda antirreeleccionista, participó en clubes políticos y operativos de logística. Durante la década siguiente continuó su participación política: integró la Junta Revolucionaria de Puebla en 1913 tras el golpe de Victoriano Huerta, trabajó como enfermera en hospitales militares —una conexión que hoy resulta pertinente para bautizar un hospital con su nombre— y siguió defendiendo las causas por las que su familia había dado sangre. Tras la consolidación del nuevo orden, Carmen se retiró en gran medida de la política activa y murió en la Ciudad de México el 21 de agosto de 1948; sus restos reposan en el monumento a los Serdán en Puebla.

¿Por qué este nombre en 2025? Asociar el recuerdo de una insurgente que defendió la causa maderista con un hospital tiene lógica: Serdán fue parte de la organización de apoyo a la lucha, hizo labores de enfermería y se le recuerda como una mujer que tomó las armas y la pluma. El gesto es doble: legitima la obra contemporánea con la memoria revolucionaria y, al mismo tiempo, permite al gobierno conectar su intervención sanitaria con valores de lucha social y servicio. Para los promoventes del cambio político, el epígrafe tiene resonancias que trascienden la placa conmemorativa.

Archivo:Pintura de Carmen Serdán en el balcón de la Casa de los Hermanos Serdán.jpg - Wikipedia, la enciclopedia libre

Balance final: obra, simbolismo y la prueba del día a día

La reapertura del antiguo San Alejandro es una buena noticia si se traduce en atención real y sostenida para miles de derechohabientes que durante años padecieron saturación. El renombramiento en honor a Carmen Serdán apunta a una recuperación de memoria histórica que resulta coherente con la narrativa oficial.





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