Revelaciones polémicas sobre la influencer Ballerina Farm
Redacción Tribuna Noticias
Hannah Neeleman, conocida en redes sociales como Ballerina Farm, se ha convertido en un ejemplo paradigmático de la nueva tendencia de las tradwives, o esposas tradicionales. Con 9 millones de seguidores en Instagram y 7 millones en TikTok, Hannah muestra su vida en una granja a 50 kilómetros de Salt Lake City, donde vive con su esposo y ocho hijos pequeños. Utah, un estado caracterizado por sus amplias extensiones de desierto y las montañas de la cordillera Wasatch, es el escenario de esta vida que evoca un pasado idílico y conservador.
Hannah fue bailarina de ballet y, en 2023, poco después de dar a luz a su octavo hijo, ganó el título de Mrs. América. Su esposo, Daniel Neeleman, es uno de los nueve hijos del multimillonario David Neeleman, fundador de la aerolínea JetBlue. En sus redes sociales, Hannah presenta una imagen idealizada de su vida, donde se la ve haciendo quesos, ordeñando animales, cultivando vegetales y elaborando productos para su tienda orgánica online, todo mientras luce como una moderna Mary Ingalls, siempre sonriente y rodeada de sus hijos.
El cambio en este estilo de vida solo ocurre para asistir a eventos de gala con su marido. Sin embargo, una nota reciente de The Times de Londres, revelada por el sitio Live Journal, mostró el lado menos idílico de esta vida. La periodista Megan Agnew tuvo acceso a la casa de Hannah y obtuvo declaraciones reveladoras.
Según la nota, Hannah y Daniel se conocieron en un partido universitario. Daniel la llamó repetidamente durante seis meses, a pesar de sus rechazos. Finalmente, descubrió que Hannah tomaría un vuelo de JetBlue y reservó un asiento junto a ella. En ese entonces, Hannah estudiaba ballet en una prestigiosa institución y le dijo a Daniel que quería terminar sus estudios antes de casarse. Daniel insistió en que se casaran enseguida, y dos meses después de ese encuentro, se casaron. Tres meses más tarde, Hannah quedó embarazada de su primer hijo.
Hannah también reveló que su esposo insistió en que cada parto fuera sin anestesia, salvo una ocasión en la que él no estaba presente y ella pudo recibir la peridural. Además, Daniel no aprueba que contrate ayuda doméstica, por lo que Hannah se encarga de todas las tareas del hogar y el cuidado de los niños. Daniel mencionó que su esposa a menudo queda exhausta al punto de no poder levantarse de la cama durante una semana, pero sigue defendiendo su estilo de vida.