Revolución Mexicana, un movimiento que cambió la historia del país.
David Becerra
La ciudad de Puebla jugó un papel fundamental en los albores de la Revolución Mexicana. Aquí se gestaron movimientos y eventos que precedieron al levantamiento armado, pues la ciudad fue un foco de descontento social y político durante el Porfiriato. Muchos de sus habitantes se unieron a la causa revolucionaria, y la casa de los Hermanos Serdán sigue siendo testimonio vivo de aquel pasado que, en retrospectiva, no resulta tan lejano.
El 20 de noviembre de 1910, con el levantamiento encabezado por Francisco I. Madero, Doroteo Arango —mejor conocido como Pancho Villa— y Emiliano Zapata, comenzó una nueva era para México. Aunque Puebla no fue escenario de las batallas más célebres, su aporte ideológico y logístico resultó crucial.

La Revolución significó la lucha por justicia social, democracia y tierra. Sus ideales resonaron con fuerza en Puebla, donde la desigualdad y la explotación eran parte de la vida cotidiana. Los poblanos se sumaron a las filas revolucionarias con la esperanza de construir un país más justo y equitativo.
Hoy, al conmemorar esta fecha, recordamos la importancia de la unidad y de los ideales que dieron forma a nuestra nación. La Revolución Mexicana fue un parteaguas en la historia del país, y Puebla desempeñó un papel decisivo en ese capítulo.
Este 20 de noviembre, honremos la memoria de quienes lucharon por un México mejor. Reflexionemos sobre los avances alcanzados y los retos que aún persisten. Sigamos trabajando juntos por un futuro donde justicia, igualdad y libertad sean una realidad para todos.







