PueblaSalud

Salud descarta riesgo por “supergripe” y llama a reforzar la vacunación contra influenza

16 diciembre, 2025 12:24 pm

Redacción

En tiempos de hipersensibilidad sanitaria, cualquier palabra que incluya el prefijo “súper” detona recuerdos recientes y temores comprensibles. “Supergripe”, le han llamado algunos a la variante A H3N2 subclado K de la influenza. Y bastó la confirmación de un solo caso en México para que reapareciera el fantasma de otra crisis global. Conviene, sin embargo, separar la alarma del análisis.

El secretario de Salud, David Kershenobich, ha sido claro y, sobre todo, prudente. Desde Palacio Nacional, en la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, explicó que esta variante no representa hoy un riesgo sanitario para el país. No se trata de un virus nuevo, no evade la inmunidad existente y está contemplado dentro de la vacuna estacional que se aplica en México. Dicho de otro modo: no estamos ante un escenario de pandemia, ni cerca de él.

El dato duro es el siguiente: en México solo se ha confirmado un caso de esta variante, detectado en Ciudad de México, en una paciente de 80 años que no requirió hospitalización y se recuperó con el tratamiento habitual, incluido el antiviral oseltamivir. El sistema de salud cuenta con abasto suficiente tanto de vacunas como de medicamentos. La vigilancia epidemiológica se mantiene activa, como debe ser, pero sin señales de desbordamiento.

¿Entonces por qué tanto ruido? Porque esta variante tiene una mayor capacidad de contagio y ha provocado un aumento de casos en Europa y Estados Unidos. Eso no la vuelve más letal ni más peligrosa por definición, pero sí exige algo fundamental: prevención. Y aquí es donde México tiene una ventaja que no debe desaprovecharse.

La vacuna contra la influenza que se aplica en el país —Mexinvac— se produce completamente en México desde 2024. Es un logro estratégico que fortalece la soberanía sanitaria y permite responder con mayor rapidez ante brotes estacionales. Además, los niveles de influenza registrados hasta ahora son similares a los de 2024, un año en el que la enfermedad se mantuvo bajo control gracias a la vacunación.

El problema no es la falta de herramientas, sino su uso. La cobertura de vacunación ronda apenas el 50%. Es decir, la mitad de la población objetivo sigue expuesta de manera innecesaria. Las recomendaciones son claras: deben vacunarse niñas y niños de seis meses a cinco años, personas mayores de 60 años y quienes padecen enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad, asma o insuficiencia renal. En estos grupos, la influenza puede convertirse en un cuadro grave.

Especialistas como el doctor Alejandro Macías coinciden: no estamos frente a una pandemia, sino ante una influenza estacional con mutaciones que pueden adelantar y endurecer la temporada invernal. La vacuna no evita todos los contagios, pero sí reduce de forma significativa hospitalizaciones y muertes. Ese es el punto central.

En síntesis, no hay motivo para el pánico, pero tampoco para la complacencia. México tiene vacuna, tiene tratamiento y tiene información. Falta lo más sencillo y, a la vez, lo más difícil: que la población acuda a vacunarse. En salud pública, la razón siempre vence al miedo cuando la prevención se toma en serio.





Relacionados

Back to top button