Selena Gomez y Benny Blanco celebran una boda íntima y millonaria en California
Selena Gomez y Benny Blanco sellaron su relación este 27 de septiembre en Montecito, California, en lo que rápidamente se ha convertido en una de las ceremonias más comentadas del año. No es para menos: la unión entre la cantante y el productor musical combinó discreción con un despliegue de lujo propio de las grandes ligas del espectáculo.
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Aunque la pareja trató de mantener los detalles bajo llave, la historia se terminó de contar en Instagram. Primero, fue Selena quien compartió imágenes de su vestido diseñado por Ralph Lauren: un halter de satén blanco con bordados florales, acompañado de un peinado minimalista y joyas discretas. Una elección que marcó distancia de los excesos y retomó la estética de los años noventa que tanto ha defendido en alfombras rojas.
Después fue Benny Blanco quien subió sus propias fotografías: un selfie frente al espejo, la pareja mostrando sus anillos y una escena íntima donde Selena aparece dormida abrazando a su esposo. En la descripción, Blanco escribió: “Me casé con una princesa de Disney de la vida real”. Una frase que no solo alude a los orígenes televisivos de la cantante, sino que también muestra el tono personal que dominó la celebración.
Pero no todo fue sencillez. Según diversos reportes, la organización estuvo a cargo de Mindy Weiss, la planificadora de bodas de confianza de las Kardashian, quien diseñó un dispositivo de seguridad de más de 300 mil dólares: accesos restringidos, medidas anti-drones y guardias armados para blindar la privacidad. La factura final habría superado los 5 millones de dólares, cifra que incluyó desde la ambientación temática californiana hasta un banquete gourmet servido bajo estrictas medidas de confidencialidad.
Los invitados —alrededor de 300— compitieron con cualquier alfombra roja. Destacaron Taylor Swift, amiga inseparable de Selena, Paris Hilton y Miley Cyrus. Otros nombres, como Meryl Streep, tuvieron que cancelar. Para los más cercanos, el hospedaje fue en el resort El Encanto, con habitaciones de más de mil dólares la noche.
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La noche previa, la pareja organizó una cena de ensayo en Hope Ranch, un espacio más relajado con guiños a la memoria familiar. Fue la antesala de un evento que, lejos de los reflectores tradicionales, buscó equilibrio entre lo íntimo y lo espectacular. Como guinda del pastel, Snoop Dogg se encargó de animar la fiesta posterior con un set compartido con Blanco.
Más allá de la opulencia, esta boda representa la consolidación de una pareja que se alejó del molde hollywoodense. Confirmaron su relación en diciembre de 2023 y, desde entonces, han compartido más cenas caseras que alfombras rojas. Ese contraste se reflejó en la boda: un evento cuidadosamente diseñado para ser exclusivo, pero narrado por ellos mismos en redes sociales, en imágenes que ya acumulan millones de likes.
En resumen, la boda de Selena y Benny no fue solo un espectáculo de lujo, sino una declaración de intenciones: sí, se puede gastar millones, contratar a Snoop Dogg y blindar un jardín en Montecito… y, aun así, mostrar al mundo que el amor, cuando se vive con autenticidad, también cabe en un selfie frente al espejo.
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