Vivir en las sombras, un peligro para la salud mental de los migrantes
AFP
“Vivir en las sombras” por miedo a ser deportados afecta a la salud mental de los migrantes, que corre el riesgo de deteriorarse para ellos y sus hijos debido a las amenazas de redadas en Estados Unidos, afirman expertos.
“Muchos migrantes sufren traumas” y “si sienten que tienen que permanecer en las sombras o que no pueden revelar su estatus migratorio, eso hace que sea más difícil para ellos acceder al tratamiento de salud mental”, explica.
La incertidumbre se ha disparado en las últimas semanas con la promesa del presidente Donald Trump de llevar a cabo deportaciones masivas.
Un sinvivir para muchos extranjeros.
“Me ha elevado muchísimo la ansiedad”, declaró por teléfono a la AFP Alejandro Flórez, un venezolano de 26 años llegado a Estados Unidos en 2016.
– “Me cuesta dormir” –
Él lo nota en la dificultad de conciliar el sueño. “Me cuesta dormir, desde la semana pasada si acaso he dormido cuatro o tres horas a la noche”, cuenta.
“Yo no puedo volver a Venezuela, si vuelvo me meten en prisión o me matan porque protesté contra la dictadura”, explica el joven que ha solicitado asilo hace siete años y está protegido por un amparo migratorio que otorga permiso de residencia y trabajo conocido como TPS (Estatus de Protección Temporal).
Las organizaciones de defensa de los migrantes temen que las amenazas de Trump desaten el pánico y que los migrantes se escondan por miedo a las redadas que, en el caso de los niños, dejan una huella indeleble.
Investigaciones realizadas por la oenegé Centro de Derecho y Política Social (CLASP) demuestran que “la mera amenaza de separación puede perjudicar el desarrollo de un niño”, afirmó su directora de inmigración Wendy Cervantes, en una rueda de prensa.
“Cuando un padre es deportado, los niños que quedan atrás sufren de mala salud física y mental, resultados académicos adversos, así como inseguridad alimentaria y de vivienda” y esto “puede durar años”, asegura.
Cervantes advierte de las consecuencias de las detenciones en las viviendas particulares.
“Las redadas en el hogar son a menudo la peor pesadilla de un niño hecha realidad, porque ocurren tarde en la noche, cuando están durmiendo, e incluyen la entrada forzada de agentes armados en sus hogares para llevarse a sus padres”, explicó.
También le preocupa la separación familiar.
El “zar de la frontera” Tom Honan dirigió el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el primer mandato de Trump, durante el cual miles de niños fueron separados de sus familias para desalentar la llegada de migrantes sin visa por la frontera con México.
“Los expertos en salud han confirmado, una y otra vez, que sencillamente no hay una manera segura de detener a un niño”, afirma Cervantes.
– “Consecuencias duraderas” –
“He conocido a niños que han sido separados de sus padres en la frontera” con México “y tiene consecuencias duraderas”, confirma Susanna Francies.
“El zar de la frontera” no ha descartado reintroducir centros de detención familiar y afirmó que los migrantes tendrían la opción de dejar en Estados Unidos a sus hijos nacidos en territorio estadounidense o ser expulsados con ellos.
Cinco millones de niños estadounidenses tienen al menos a uno de sus padres en situación irregular.
Entre tanto los migrantes viven pegados a los medios de comunicación.
“Gran parte del día está uno pendiente de qué dijeron ahorita, qué van a hacer”, reconoce Flórez.
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