La industria textil ante la pandemia por COVID-19
La pandemia por covid-19 que comenzó hace ya un año nos tomó a todos por sorpresa, y para muchos sus consecuencias siguen siendo devastadoras hasta el día de hoy. La economía del país se vio bastante afectada debido al desempleo, la baja de demanda de bienes y servicios, y el cambio de la situación laboral en general.
¿Cómo se vio afectado el sector industrial? Varias industrias sufrieron pérdidas significativas, en especial el sector hotelero y del turismo. Entre otros sectores que se vieron afectados estuvo el sector textil. Tan solo en lo que fue del 2021 las ventas dentro de la industria cayeron hasta un 90%. Para prevenir el contagio por el virus muchos establecimientos de actividades no esenciales en el país, como las fábricas de textiles y empresas del vestido se vieron en la penosa necesidad de cerrar o limitar sus actividades a lo mínimo indispensable, esto, aunado con la cancelación de pedidos y baja demanda de producto provoco muchas pérdidas a los negocios de tejidos.
Ya en el 2021 todavía hay muchas empresas y fábricas que se encuentran trabajando a un 30% de su capacidad, mientras que alrededor del 90 por ciento de las 170 empresas afiliadas a la Cámara de la Industria Textil (Citex) se encuentran en paro total de labores. De acuerdo a El economista, alrededor de 2,000 personas perdieron sus empleos nada más en el estado de Puebla. Pero no todo fueron perdidas, asimismo, la pandemia trajo consigo algunas oportunidades que el sector pudo aprovechar.
La demanda de productos para prevenir el contagio significo para muchos una increíble forma de sacar provecho a sus recursos. Así fue como las fábricas de textiles optaron por dar un giro y producir materiales para el sector salud como: cubre bocas, batas y sábanas.
Hubo incluso quienes se animaron a producir gel antibacterial. Así mismo, la industria de la moda, a pesar de todo, continuo con sus actividades regulares, y al requerir productos de temporada de manera obligatoria siguen representando un mercado vital para los fabricantes de textiles y prendas.
En Perseverancia supimos sobrellevar la situación a pesar de la baja de las ventas debido a la poca demanda. Nos acotamos a las medidas preventivas dictadas por el gobierno: se implementó el uso de cubre bocas y caretas, así como la sana distancia entre nuestros empleados. Aunado a esto nos enfocamos en el desarrollo de estrategias digitales para evitar pérdidas y seguimos innovándonos para mantenernos como líderes del mercado de tejidos industriales.
Desconocemos que pueda suceder durante este año, pero lo que es cierto es que hasta que no haya una aplicación regular de la vacuna no se podrá tener una certeza de que las cosas vuelvan por completo a la normalidad.
Sin duda la situación sigue siendo compleja para el sector textil, que por ahora deberá enfocar todos sus esfuerzos durante este año en seguir recuperándose, aplicando lo que hasta ahora los ha mantenido a flote o encontrando nuevas estrategias que les puedan ayudar.
Lo ideal es acatarse a lo establecido por el gobierno, seguir utilizando equipo de protección y apostar por vender al sector salud en aras de una mejora gradual de la situación, habrá que ajustarse y continuar innovándose. El arranque de actividades será complicado y lento, pero dependerá de cada empresa y su capacidad estratégica y productiva para salir adelante.