El cacahuazintle, maíz sagrado, se convierte en botana y lo hacen rentable
Puebla, Pue.- Como ejemplo de buenos resultados del servicio social que pueden realizar los estudiantes universitarios, una catedrática de la Udlap presentó a alumnos de la de la IBERO Puebla un caso de incidencia empoderadora que se realizó en Ciudad Serdán.
La catedrática María del Carmen Morfín Herrera emprendió un proyecto de investigación titulado Proceso productivo alternativo para el maíz cacahuazintle: una estrategia de combate a la pobreza para la comunidad de Chalchicomula de Sesma, Ciudad Serdán.
Para este proyecto, se buscó poner en marcha procesos productivos alternativos, a través de un permanente diálogo entre saberes de la gente y estudiantes, lo que permitió identificar uno de los bienes más preciados para los lugareños: la semilla del maíz cacahuazintle que dicen, solo se da a las faldas del Citlaltépetl y el Nevado de Toluca”.
Dicho cereal es considerado una joya prehispánica que genera orgullo a sus productores. Su condición exótica lo convierte en un producto de cultivo artesanal que se utiliza en múltiples platillos, sobre todo pozole, que se elabora en varias partes del país.
El proyecto de investigación, implementado por Morfín Herrera y sus estudiantes de servicio social, consistió en aprender los usos y costumbres de siembra y cosecha del maíz cacahuazintle y utilizar las costumbres de ocio para que los futuros turistas pudieran comprenderlos.
Así, la construcción del conocimiento se basó en la reeducación de los visitantes, donde se dio un proceso de resiliencia social y comunitaria al revalorar los proyectos de vida.
Una de las principales dificultades expresadas por los campesinos fue la subvaloración económica de sus productos: en 2012 ─cuando inició la colaboración─ cada kilo de maíz se pagaba por 3.20 pesos. Por ello, se buscó desarrollar la actividad productiva en la comunidad a través de diferentes alternativas de mercadeo para revalorizar el maíz. La más destacada fue la producción de botanas orgánicas.
Gracias a las aportaciones de los campesinos y los estudiantes de Mercadotecnia que formaron parte de la primera cuadrilla de voluntariado, se realizó la imagen de marca de los productos de Chalchicomula de Sesma. Además, a través de donaciones se le dotó a la comunidad de la infraestructura necesaria para producir de manera autónoma la nueva línea de botanas.
A diez años del arranque, se ha generado el acta constitutiva para registrar a la comunidad como sociedad productora de maíz, en la que han participado 90 estudiantes con 65 proyectos distintos. “Hay credibilidad del grupo campesino que enseñó a los estudiantes vivir el otro mundo que muchos no conocen como es el cultivo del maíz especializado como el cacahuazintle, lo anterior nos ha madurado de una manera diferente, cerró María del Carmen Morfín.