¡Ojo con las vacunas!

21 abril, 2021 8:07 pm

Tras haber interrumpido el uso de la vacuna de AstraZeneca por varias semanas debido a la aparición de casos inusuales de trombosis en varios países, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) determinó que el fármaco es “seguro y efectivo” y que la decisión final de su aplicación será de cada país. Hace unos días, Dinamarca suspendió definitivamente la aplicación y varios países más han determinado su uso solo para adultos mayores. Algo similar ocurrió también con la vacuna de Johnson & Johnson. Seis mujeres que recibieron esta vacuna en Estados Unidos desarrollaron coágulos y una de ellas murió.

Si bien la EMA concluyó que los trombos deben ser considerados como efectos secundarios raros (uno en un millón) —específicamente en personas que presentan un número bajo de plaquetas— lo cierto es que es muy pronto para concluir que las otras marcas de vacunas, que usan tecnologías diferentes, no vayan a producir otro tipo de efectos adversos. 

La realidad es que no sabemos lo que está pasando con las vacunas y qué efectos puedan tener en el corto, mediano y largo plazo. Lo único que sabemos es que todas tuvieron que ser autorizadas de manera urgente, sin haber medido con exactitud los posibles efectos secundarios del uso de las nuevas tecnologías que se emplearon para su producción. Y que, en esta carrera entre laboratorios y gobiernos por ser de los primeros en sacar una vacuna eficaz, se tuvieron que sacrificar dos cosas: seguridad y control.

En un reciente artículo publicado por el Tec de Monterrey (https://bit.ly/3gsDgrt), se explica de manera sencilla cuáles son las diferentes tecnologías que utilizan las vacunas contra el Covid. De acuerdo con esta información actualmente están las vacunas de “ARN mensajero”, las vacunas de “adenovirus” o también llamadas de “vector adenoviral”, las vacunas de “virus atenuados” y las llamadas de “subunidades de proteína”.

Las que utilizan la tecnología de ARN mensajero, aunque son las más novedosas y prometedoras, la manera en que generan los anticuerpos para prevenir la infección ¡solo se había utilizado en pruebas de laboratorio! Este tipo de vacunas inyectan fragmentos de ácido ribonucleico del coronavirus envueltos en un vehículo de nano partículas de grasa. Esas instrucciones llegan a la célula para que el cuerpo aprenda a producir anticuerpos contra la proteína spike del Covid. En esta técnica no se utilizan fragmentos atenuados de virus de ninguna clase. Las vacunas de Pfizer (EU-Alemania), Moderna (EU) y Curevac (Alemania) están utilizando por primera vez este tipo de tecnología en forma masiva.

Lo mismo ocurre con las vacunas que utilizan un adenovirus, llamadas de vector, que toman un fragmento del código genético del coronavirus que se mezcla con un virus inofensivo para el ser humano (generalmente el virus de la gripa de chimpancé) que sirve para transportar este material genético al cuerpo humano. De igual manera, las células reaccionan produciendo anticuerpos contra la proteína spike del Covid. Las vacunas que utilizan esta tecnología son AstraZeneca (Reino Unido), Sputnik V (Rusia), Cansino (China) y Johnson & Johnson (EU).

En el caso de las vacunas de virus atenuados se utiliza la tecnología más tradicional y segura al inyectar el mismo virus del Covid atenuado o muerto para incentivar la producción de anticuerpos. Esta técnica la utiliza la vacuna Sinopharm (China), Sinovac (China) y Covaxin (India). Lo mismo en el caso de las vacunas de subunidades de proteína, que incluyen fragmentos inofensivos del virus del Covid para producir una respuesta inmunológica, particularmente, un pedazo de la proteína spike. Esta técnica se utiliza en vacunas como Novavax (EU) y Sanofi (Francia).

De acuerdo con diversos reportes, ampliamente documentados, las tecnologías que han producido reacciones adversas (trombos) son las que utilizan adenovirus o las llamadas de vector. Pero la realidad es que hay miles de testimonios de otro tipo de efectos adversos que no están documentados. Decenas de personas que conozco me comentan que después de aplicarse la de Moderna o Pfizer (ARN mensajero), han tenido distintos tipos de síntomas como pérdida de memoria, depresiones, ansiedad, hinchazones, entre otros.

Respecto a las vacunas de virus atenuado solo hay reportes que señalan que han demostrado ser menos eficaces. Recientemente el gobierno chino aceptó públicamente la baja eficacia de sus vacunas y la posible ampliación del número de dosis o la combinación de tecnologías para aumentar su fuerza inmune. Mientras que, en relación con las vacunas de subunidades de proteína, ni siquiera han logrado una respuesta inmune aceptable, por lo que siguen en etapa de pruebas. Casualmente, de lo que no existe un reporte claro y preciso es de sus efectos secundarios. En particular, los laboratorios chinos y rusos deliberadamente han ocultado información sobre la eficacia real y los efectos secundarios de sus vacunas observados en las pruebas realizadas.

De todo lo anterior podemos concluir que, con el tema de las vacunas contra el Covid, seguimos en medio de un proceso de prueba y error. Y todo esto se explica porque esta es la primera vez que se utiliza este tipo de tecnología en forma masiva en seres humanos y que la verdadera prueba se está realizando en tiempo real. No perdamos de vista que la prioridad de los laboratorios es recuperar su inversión y ganar dinero, por lo que no podemos confiar ciegamente en sus reportes. Ahora bien, si a esta incertidumbre le sumamos las dudas sobre la efectividad de las vacunas contra las nuevas variantes del virus que son las que están provocando una tercera oleada de contagios mucho más agresiva, el panorama no pinta nada bien.

Creo que hay que tener mucho ojo con los efectos secundarios de las vacunas porque está muy claro que no sabemos nada al respecto, sencillamente porque no se les dio el tiempo necesario para ser probadas y ajustadas antes de aplicarlas masivamente. En otras palabras, esta nueva generación de vacunas anti Covid puede terminar en una historia de éxito y de nuevas oportunidades de prevención y cura contra enfermedades y padecimientos. Pero también puede acabar en una historia de terror por los efectos secundarios y reacciones con las que toda la humanidad tendrá que lidiar. 





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