Cuando nació la revolución del sur: 12 de septiembre
«Ocurrimos al superior gobierno del Estado,
implorando su protección, a fin de que,
si a bien lo tiene, se sirva concedernos su apoyo
para sembrar los expresados terrenos sin
temor de ser despojados por los propietarios
de la Hacienda del Hospital».
Concejo Comunal de Anenecuilco
Este 2021, se cumplen 102 años de una fecha que puede ser emblemática para nació, a saber, la revolución mexicana del Sur. A principios del siglo XX, se presentaron muchas revoluciones y, si bien la historia monumental del país decidió encasillarlas en una sola «revolución mexicana», lo cierto es que, de entre ellas, podemos destacar la revolución del sur, la que sucedió, principalmente, en los Estados de Morelos, Puebla, Ciudad de México, parte de Tlaxcala y Oaxaca; revolución que corresponde a la comandada por Emiliano Zapata y su ejército libertador del Sur.
La historia siempre se ha descrito a medias y siempre —como lo dice el conocimiento popular— por los ganadores. Por tal motivo, solamente se narra lo que políticamente corresponde ser narrado y muchos otros importantes sucesos se van olvidando con el paso del tiempo y las generaciones nuevas ya no se enteran de ellos. Así, normalmente, esas vivencias no sirven de experiencia para las nuevas generaciones.
En aquel 12 de septiembre de 1909, se nombró como representante de su población a Emiliano Zapata con la simple finalidad de que defendiera las tierras de la población, tierras para trabajar, para su simple subsistencia; pues las haciendas —como la denominada «El hospital» en el Estado de Morelos—, permanentemente, estaban devorando las tierras de las poblaciones con al afán de tener más espacio para el cultivo de la caña de azúcar, que era lo que se cultivaba en esa región por entonces.
Quizás, lo que sucedió el 12 de septiembre de 1909 es lo que hoy se está viviendo,desafortunadamente, en muchas regiones de la nación con las denominadas «autodefensas», un vocablo oficialmente prohibido, que no debe existir, cuando es contundente que esas organizaciones paralelas a las instituciones oficiales han resultado una necesidad para que la población pueda defender sus propios intereses ante la existencia de los grupos delincuenciales, el narcotráfico, la delincuencia organizada, etc. Esas «autodefensas», en los inicios del siglo XX, atendieron a la necesidad de defender los propios territorios, las familias y animales. Se volvió indispensable oponerse al gobierno de ese tiempo, que ya no era el de Porfirio Díaz, pues éste ya había salido a Francia, sino el de Francisco I. Madero, que fue el que traicionó las promesas, que habían fijado un necesario reparto de tierras a la población,que vivía asfixiada por las haciendas (Vergara Nava, Silvino, El Plan de Ayala desde otra mirada, Puebla, Pármenas, 2019).
A partir de ese 12 de septiembre de 1909, se fue configurando la organización del ejércitolibertador del sur para luchar por sus tierras, por la propiedad y posesión genuina que tenían sobre ellas. Esto desembocó en una organización militar conformada por simples campesinos, con un proyecto denominado «Plan de Ayala», el cual fue consolidándose con hechos talescomo la denominada «Comuna de Morelos»: una organización de la propia población para autogobernarse, fijando su propia moneda, sus labores, sus capacitaciones, sus escuelas e,incluso, su propio banco.
Toda esa organización era paralela a las instituciones oficiales, al propio gobierno y, hasta,a la Constitución; pues es de notarse que en el Estado de Morelos no se aplicó en ningún momento la Constitución de 1917. Por ello, no es cualquier cosa el 12 de septiembre de 1909, fecha en la que propiamente inició la revolución del sur, pero que la historia oficial se ha encargado de olvidar, como si recordarla pudiera ser un detonante para una población que, a cien años de esos movimientos revolucionarios, no ha visto mejoría alguna. (Web: parmenasradio.org).