Una esquiadora de Xinjiang llevó la llama olímpica en los últimos metros
China confió este viernes a una esquiadora nacida en Xinjiang la responsabilidad de llevar la llama olímpica en sus últimos metros, antes de que pasara a iluminar el estadio de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 en Pekín.
Varios países occidentales, con Estados Unidos al frente, han boicoteado diplomáticamente la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, aludiendo en repetidas ocasiones a las violaciones de derechos humanos en Xinjiang (noroeste de China).
Esta región, durante mucho tiempo golpeada por atentados atribuidos a separatistas o islamistas uigures (minoría musulmana), está sometida a una estricta vigilancia.
La esquiadora de fondo Dinigeer Yilamujiang, nacida en Xinjiang, fue la última portadora de la llama con su compatriota Zhao Jiawen.
Juntos depositaron la antorcha olímpica encendida sobre una estructura que representaba un copo de nieve y que se elevó hasta lo más alto del estadio Olímpico. Lucirá encendida hasta la clausura de los Juegos, el domingo 20 de febrero.
Dinigeer Yilamujiang, de 20 años, es originaria de Altay, en el norte de Xinjiang, una región montañosa donde China reivindica que se inventó el esquí.
Como respuesta a las críticas sobre los derechos humanos en Xinjiang, la prensa china elogia en las últimas semanas ese destino para los deportes de invierno.
Presentada como una uigur, Yilamujiang ha pasado los tres últimos años en Noruega con el equipo chino de esquí de fondo para entrenarse para los Juegos.