Julio Verne
“No hay obstáculos imposibles; solo hay
voluntades fuertes y débiles”.
Julio Verne.
En la columna de esta semana me pareció interesante recordar a un escritor que a muchos nos ha cautivado por las historias extraordinarias que en ellas relata. 33 novelas que han sido llevadas al cine, dando lugar a un total de 95 películas, sin contar las series de televisión. Y me refiero en esta ocasión a Jules Gabriel Verne, también conocido como Julio Verne, él fue un escritor, poeta y dramaturgo francés nacido en la localidad de Nantes el 8 de febrero de 1828.
Este excepcional dramaturgo francés es posiblemente el padre de la ciencia ficción. En sus novelas, Verne fantaseó con la llegada del hombre a la luna, los submarinos y el descubrimiento de civilizaciones perdidas. Asimismo, predijo con gran precisión en sus relatos fantásticos la aparición de algunos inventos generados por los avances tecnológicos del pasado siglo XX, como por ejemplo la televisión, los helicópteros, los submarinos o las naves espaciales. Considero que muchos de nosotros hemos leído alguna de sus interesantes obras, o al menos visto alguna película influenciada por ellas.
La vida de Julio Verne es aparentemente una sucesión de decisiones sensatas: nacido en el seno de una familia adinerada y siendo el mayor de cinco hermanos, Verne disfrutó de una buena educación, estudió derecho siguiendo la tradición familiar, y ya en su juventud comenzó a escribir narraciones y relatos, sobre todo de viajes y aventuras.
Tuvo una relación conflictiva con su padre debido a su gran autoridad, llegando a no volver a visitar su hogar al alcanzar su independencia económica.
Antes de ingresar a la universidad, Verne estudió Filosofía y Retórica en el Liceo de Nantes. Posteriormente, viajó a París y estudió Derecho. En 1848 escribió sonetos y algunos libretros de teatro y conoció a la familia Dumas, la cual influenció mucho en sus futuras obras y le ayudó a difundirlas. En 1849 aprobó la tesis doctoral de Derecho pero se decidió por la escritura consiguiendo la decepción y aversión de su padre que deseaba que ejerciera como abogado.
Julio Verne se dedicó a la literatura pese a no contar con apoyo económico alguno, lo que minó su salud gravemente. A partir de 1850 comenzó a publicar y trabajar en el teatro gracias a la ayuda de Alejandro Dumas. Sin embargo, es en su viaje a Escocia en 1859 que Verne inicia un nuevo camino gracias a su serie de los Viajes Extraordinarios, que es una popular serie de novelas de aventuras escrupulosamente documentadas y visionarias entre las que se incluían las famosas Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la tierra, De la tierra a luna, Veinte mil leguas de viaje submarino, La vuelta al mundo en 80 días o La isla misteriosa. El éxito de las novelas de Verne fue en aumento, tanto, que era un adicto al trabajo.
Debido a su prematuro enamoramiento no correspondido por su prima a los once años, desarrolló una gran aversión hacia las mujeres. En 1857 contrajo matrimonio con una viuda rica, madre de dos hijas, y cuatro años más tarde tuvieron a su único hijo juntos, Michael Verne.
En 1886
logró una posición acomodada, y sólo cuando su arrollador éxito se lo permitió se dedicó en exclusiva a la literatura.
En su juventud comenzó a escribir Verne fue atacado por su sobrino sin motivo alguno. Este ataque le causó graves heridas, provocándole una cojera de la que no se recuperaría. Después de esto, y de la muerte de su madre, publicó sus últimas obras con un toque más sombrío. En 1888 fue elegido concejal del Ayuntamiento de la ciudad de Amiens, ejerciendo el cargo por 15 años.
Julio Verne murió en Amiens el 24 de marzo de 1905 con 77 años.
Sus novelas han sido y siguen siendo publicadas y traducidas en todo el mundo, siendo uno de los autores más traducidos de la historia, y se le considera como uno de los escritores más importantes de la literatura universal. Por lo tanto, Verne es un clásico atemporal de la novela de aventuras y ciencia ficción.