Recuperan 50 cuerpos del deslave que cubrió pueblo venezolano
AFP
Las Tejerías, Venezuela.- Un total de 50 cuerpos fueron recuperados del deslave que cubrió el pueblo de Las Tejerías, en Venezuela, según un nuevo balance difundido este jueves de noche, cuando continuaban las labores de despeje.
“Hasta el momento oficialmente tenemos 50 personas que lamentablemente perdieron su vida y [sus cuerpos] han sido entregados a sus familiares”, dijo el ministro del Interior, Remigio Ceballos, al canal Telesur.
Durante los últimos dos días, el balance de fallecidos se ubicó en 43. Además, figuran 56 desaparecidos, una cifra que Ceballos no actualizó de momento. Se presumen igualmente muertos. El presidente Nicolás Maduro incluso habló de casi un “centenar de víctimas fatales”.
“No descartamos que haya personas que lamentablemente se encuentren de allí y estamos en esas operaciones de búsqueda permanente”, añadió señalando algunas casas que quedaron al descubierto tras las tareas de despeje del barro.
Unos 3.200 hombres fueron desplegados, según el ministro, para las labores de rescate y limpieza de este pueblo enclavado en las montañas del estado Aragua (centro), que el sábado fue arrasado por un aluvión.
Ceballos señaló que los trabajos no paran incluso durante la noche, mostrando maquinaria pesada operativa. Más temprano, la Fuerza Armada mostró a un tanque verde oliva barrer troncos de árboles y montañas de lodo a su paso por una carretera que estaba despejando.
“Estamos aquí sin descanso, es la orden permanente”, insistió el ministro.
– “Cuestión de segundos” –
El deslave se produjo en un año particularmente muy lluvioso debido al fenómeno La Niña, que alargó la temporada, así como las vaguadas, tormentas y coletazos de huracanes, además del cambio climático.
El sábado, cuando se desató el aluvión en Las Tejerías, llovió en ocho horas el equivalente a un mes, según las autoridades.
“Eso fue en cuestión de segundos”, recordó Jesús Chávez, sobreviviente de 32 años. “Logramos saltar de techo en techo y empezó la gente a pegar gritos: ‘¡Auxilio! ¡Auxilio!’… un niño primero, le pasé un tubo, pero no pudo salir porque la corriente era demasiado fuerte. Se lo llevó”.
Pudo rescatar a seis personas, entre ellos una mujer “que perdió a sus dos bebés, uno de meses”.
Con el apoyo de perros entrenados y drones, bomberos, militares y Protección Civil, con el barro en las rodillas o la cintura, mantienen la búsqueda entre ramas de árboles, pedazos de hormigón y piedras, guiados por habitantes que, sin ninguna esperanza de que sus familiares hayan sobrevivido, solo quieren recuperar los cuerpos para darles sepultura.
Las autoridades han avanzado en la limpieza de las avenidas principales del pueblo, y restituyeron los servicios de luz, agua y telecomunicaciones.
Sin embargo, es mucho lo que queda por hacer. Hay lugares aún inaccesibles.
Desde helicópteros, militares lanzaron el miércoles cajas de comida con pequeños paracaídas para atender zonas aisladas.
El gobierno venezolano ha habilitado refugios y anunció que reubicará a familias en complejos de viviendas sociales otros estados.
– Visita de la ONU –
Una comisión de Naciones Unidas tiene previsto visitar este viernes con ayuda humanitaria Las Tejerías. Los insumos que serán entregados aún se están coordinando con las autoridades sanitarias.
“Tuvimos una reunión con representantes de las Naciones Unidas, de todo el sistema, que ya están organizando para entrar de manera coordinada”, indicó el miércoles la vicepresidenta Delcy Rodríguez, al frente del equipo gubernamental que atiende la emergencia.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó en un comunicado que donó al ministerio de Salud “medicamentos y material de curación para 5.000 personas”.
“Así se podrán atender las necesidades urgentes de las personas con diabetes e hipertensión y quienes padecen de afecciones cutáneas y pulmonares”, indicó. “Se donaron 10.000 tabletas purificadoras de agua, cada una de ellas con capacidad para potabilizar 10 litros”.
Una comisión de la OPS ya había visitado el mismo domingo, al día siguiente del deslave, la zona del desastre, según el texto.