Lalo ya se anda moviendo
Leonardo Torixa
Mientras que a nivel nacional la coalición política y de legislatura “Va Por México” prácticamente concluyó, luego de que el dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”, doblara las manos para evitar que los diversos actores de la “Cuarta Transformación” le continuaran sacando sus trapitos al sol, evidenciando sus corruptelas tanto al interior como al exterior del tricolor; en Puebla la alianza aún sigue viva.
Ejemplo de eso, fue lo que ocurrió el pasado fin de semana en el Complejo Deportivo de Chignahuapan, donde el presidente municipal, Lorenzo Rivera Nava, rindió su Primer Informe de Gobierno y reunió a los pocos priistas de peso que quedan, para cobijar a quien hoy por hoy es el único y serio aspirante del PAN a la gubernatura de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, mismo que no desaprovechó la oportunidad de saludar a los priístas.
Pese a que ese mismo día, el edil de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Percino, también realizó su informe de actividades, quien hoy, incluso es el líder moral del blanquiazul, prefirió visitar Chignahuapan; el informe de Rivera Nava fue el pretexto ideal para placearse entre los serranos y de paso saludar a los cuadros del expartidazo, mismos que si bien les queda poco o nada de sus estructuras, sin duda son buenos operadores políticos.
Al evento de Chignahuapan llegaron los diputados federales, Blanca Alcalá y Javier Cacique, así como los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Víctor Manuel Giorgana, Jorge Ruíz Romero, hombre cercano al ex presidente municipal de Puebla, Enrique Doger, Sandra Montalvo, actual directora jurídica del DIF Municipal, Graciela Juárez, quien se desempeñó como delegada de PROSPERA en Puebla y el exgobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur.
Cabe mencionar que entre la plana priísta, también se colaron los panistas Raúl Espinosa, ex diputado local y la diputada federal, Genoveva Huerta Villegas, quien seguramente no fue requerida en San Andrés Cholula, bastión del panismo poblano y quien por cierto se sentó al lado izquierdo de Lalo y fue testigo mudo de las reverencias que le hicieron los políticos presentes.
Lo cierto, es que Eduardo Rivera, decidió dejar a los suyos y no perdió la oportunidad para aprovechar el auditorio de Lorenzo y de paso medir el recibimiento de los Chignahuapenses de cara a una probable pre campaña o campaña electoral, pues como político sabe que Puebla no solo es la capital y para llegar a Casa Aguayo también tiene que ganar los otros 216 municipios.