Opositor cubano termina huelga de hambre tras recibir golpiza en la cárcel
AFP
La Habana, Cuba.- El opositor cubano José Daniel Ferrer anunció este jueves que depuso la huelga de hambre que mantenía desde hace más de 10 días en prisión, después que las autoridades del penal le propinaran una golpiza, pero prometió mantenerse “firme” en sus reclamos.
Ya empecé a alimentarme. El estómago (está) en muy malas condiciones, pero eso se irá mejorando”, afirmó Ferrer, de 52 años y detenido el 11 de julio de 2021, en una conversación telefónica con su esposa, Nelva Ismarays Ortega, cuyo audio fue enviado a la AFP por Whatsapp.
En otro audio enviado el 12 de diciembre, Ortega denunció que su marido había sido golpeado frente a su familia el 9 de diciembre, al término de una visita de dos horas en la cárcel de máxima seguridad de Mal Verde, en Santiago de Cuba (sureste), en la que purga condena.
Ortega precisó que Ferrer fue golpeado en el piso y delante de sus hijos, para ser acallado cuando gritaba “abajo la dictadura, abajo (Miguel) Díaz-Canel, abajo Raúl Castro, abajo el comunismo, abajo la represión”, y que luego se declaró en huelga de hambre en reclamo de estas agresiones y en solidaridad con otros presos de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), organización que preside.
Sangré muchísimo, estuve sangrando por la nariz porque después de todos los puñetazos y patadas que me dieron (…) quedé en el piso tendido en malas condiciones”, explicó Ferrer, que fue autorizado a hablar por teléfono con su esposa, tras deponer su huelga de hambre.
Todavía tengo secuelas de los golpes”, pero “siempre respondiendo con firmeza” y “sin, en ningún momento, ceder en nuestra postura pacífica, pero firme y comprometida”, apuntó.
El 13 de diciembre, el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols, se manifestó “alarmado” por los presuntos golpes propinados al preso político cubano en prisión.
Ferrer fue aprehendido cuando salía de su casa para unirse a las históricas manifestaciones del 11 de julio del año pasado que estallaron en unas 50 ciudades de Cuba, dejando un muerto y decenas de heridos. En ese momento se encontraba bajo arresto domiciliario, después de ser juzgado por haber agredido a otro opositor.
De acuerdo con cifras oficiales, más de 500 manifestantes del 11 de julio purgan sentencias de hasta 25 años de prisión.
En 2003, Ferrer formó parte del grupo de los 75 presos de la llamada Primavera Negra, liberados en 2010 por intermediación de la iglesia católica. La mayoría partieron a España con sus familias, pero Ferrer y otros 11 decidieron permanecer en su país.
El gobierno cubano afirma que las manifestaciones de julio de 2021 fueron orquestadas desde Estados Unidos y acusa a los disidentes de ser “mercenarios” de Washington.
