Desafíos y Oportunidades de la Tecnología en la Educación de México
Patricia Vázquez del Mercado
Presidenta Ejecutiva de Mexicanos Primero
Imaginar hoy un día sin celular, ya sea para el trabajo, la familia o el entretenimiento, parece casi imposible. Según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) del INEGI, en 2022 casi 94 millones de personas en el país son usuarias de telefonía celular, lo que representa un aumento de 8.3 millones con respecto a 2019.
El mismo estudio señala que en 2022, el 83.8 % de la población urbana de 6 años o más utilizó internet, mientras que, en las áreas rurales, este porcentaje fue del 62.3 %. Además, durante el mismo año, el 78.1 % de las mujeres y el 79.3 % de los hombres de 6 años o más se conectaron a la red.
El grupo de edad que más utilizó la web en 2022 fue el de 18 a 24 años, con un 95.1 %. Le siguieron los grupos de 25 a 34 años y de 12 a 17 años, con un 92.8 % y 92.4 % respectivamente. Además, el 91.0 % de los usuarios se conectó diariamente a internet en 2022.
El uso de dispositivos e internet continúa expandiéndose en el país. Sin embargo, en Mexicanos Primero hemos destacado las deficientes condiciones de infraestructura educativa y la falta de acceso a computadoras e internet en las escuelas.
La pandemia de 2020 demostró la importancia de integrar la tecnología en la educación. Aunque hay pocos estudios sobre el impacto de la tecnología en el aprendizaje, es evidente que su influencia va más allá del aula.
El Instituto DQ publica el Índice de Seguridad en Línea Infantil (COSI), una métrica nacional diseñada para monitorear la seguridad en línea de los niños y alentar la colaboración entre diversos actores, incluidas familias, escuelas y empresas de tecnología.
El informe COSI 2023 se basa en datos recopilados de una muestra sustancial de 351,376 niños y adolescentes de 100 países diferentes, con el objetivo de monitorear las tendencias globales en seguridad en línea. México enfrenta desafíos importantes en este sentido, especialmente en el trabajo con familias y en la mejora de la infraestructura.
Durante la pandemia, en conversaciones con ministros de educación a nivel global, se expresaron preocupaciones sobre la necesidad de proteger a los estudiantes en línea y mejorar las regulaciones relacionadas con la privacidad de datos. La tecnología ha llegado para quedarse, y es crucial adaptarse a ella. Se necesitan regulaciones más estrictas para proteger a los niños en línea y fortalecer las habilidades digitales de las familias en el uso y cuidado de la tecnología.
