AFP
Pelé ya es eterno: sus restos mortales fueron sepultados este martes en la ciudad brasileña de Santos, tras una procesión en la que miles dieron su último adiós al “rey” del fútbol.
El cuerpo del que muchos consideran el mejor futbolista de la historia reposará a partir de ahora en un mausoleo en el Memorial Necrópole Ecuménica, el cementerio vertical más alto del mundo con 14 pisos, según el Record Guinness.
“Ahora va a descansar”, dijo a periodistas Edinho, uno de los seis hijos vivos de ‘O Rei’, en la puerta del memorial, donde agradeció en nombre de la familia “todo el amor, cariño, respeto” mostrado en memoria de su padre en los últimos días.
La sepultura, precedida de una ceremonia religiosa, se realizó a puerta cerrada con presencia de los familiares del único tricampeón mundial del planeta, cuyos restos fueron ubicados en un mausoleo que recuerda un estadio de fútbol, inclusive con césped sintético.
El féretro negro que trasportaba al legendario exdelantero, fallecido el jueves pasado a los 82 años en Sao Paulo tras batallar contra un cáncer, llegó al lujoso cementerio a las 17H00 GMT luego de un cortejo fúnebre que desfilo por siete kilómetros por la urbe.
El cuerpo salió del estadio Vila Belmiro del Santos, donde el exastro fue velado durante 24 horas por más de 230.000 personas, entre ellas algunas figuras destacadas.
El flamante presidente Luiz Inácio Lula da Silva acudió más temprano al velorio para recogerse ante el ataúd colocado sobre el césped del recinto deportivo, acompañado de la primera dama Janja, así como familiares de Pelé: su viuda Marcia Cibele Aoki e hijos del exastro.
Pelé “es una figura muy especial. No se puede comparar con nadie, ni como jugador de fútbol, ni como ser humano, con ese comportamiento fino y educado”, dijo Lula a la televisión local.
– “¡Mil goles!” –
“¡Mil goles, mil goles, solo Pelé, solo Pelé jugó en mi Santos!”, cantaron los ‘torcedores’ a lo largo del recorrido por esta ciudad de unos 430.000 habitantes, que tuvo su momento álgido cuando paró delante de la casa de Doña Celeste, la madre de 100 años de ‘O Rei’, cuyo estado de salud le impide ser consciente de la muerte de su hijo.
En el balcón de un humilde edificio, del que colgaba una imagen gigante de la figura del exdelantero, su hermana Maria Lucía saludó emocionada el cortejo. Rodeada de allegados, pero sin la presencia de su madre, la mujer de 78 años juntaba las manos y observaba emocionada la multitud cantando y ondeando banderas del ‘Peixe’.
“La despedida está a la altura de lo que se merece. Para mí, es el jugador más grande hasta la actualidad (…) deja mucha tristeza”, dijo a la AFP Rene Rodrigo da Silva, un psicólogo de 29 años que viajó desde su ciudad Taubaté, a unos 200 km de Santos.
Katia Cruz, una santista de 58 años, tenía previsto seguir el cortejo en moto, tras haber esperado cuatro horas para acceder de madrugada al estadio.
“Fue el rey”, pero también “una persona muy buena, con los pies en el suelo (…) tenía una humildad que los jugadores de hoy en día no tienen”, dijo esta mujer cuyo esposo se quedó en casa porque estaba “inconsolable”.
– Pelé “trasciende” rivalidades –
El cariño de los brasileños por el hombre que internacionalizó a Brasil rompió incluso con animadversiones entre hinchadas.
Enfundado en la camisa del Corinthians de Sao Paulo, principal ‘víctima’ de Pelé, y con una bandera brasileña en el cuello, el comediante Jonatas Versolato llegó al cementerio a despedir al exjugador tras viajar temprano a Santos desde Peruibe, un municipio a 85 kilómetros.
“Es una sensación difícil, porque Pelé, además de ser ídolo nacional, es ídolo mundial y es su último adiós, queda una nostalgia muy grande”, afirmó.
El entierro pone fin oficialmente a varios días de luto en Brasil, que debe tres de sus cinco Copas del Mundo al exdelante, autor de 1.283 goles – según sus propias cuentas – en 21 años de carrera jugando en el Santos, el Cosmos de Nueva York y la ‘Seleçao’.
Los brasileños que dijeron adiós al astro, algunos llegados de otras ciudades, dieron un ambiente solemne al homenaje, con pocas muestras de pasión desbordada como las evidenciadas en el de otra leyenda, el argentino Diego Maradona, en 2020 en Buenos Aires.
Al hogar del ‘Peixe’, que debe al “rey” seis de sus ocho ligas, dos de sus tres Libertadores y sus dos Intercontinentales, también llegaron autoridades del balompié como los presidentes de la FIFA, Gianni Infantino; de la Conmebol, Alejandro Domínguez; y de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ednaldo Rodrigues.
No pocos ‘torcedores’ lamentaron la notoria ausencia de exfutbolistas y futbolistas brasileños en el velorio, algunos de los cuales, como Vinicius Jr y Neymar, enviaron arreglos florales.
Infantino aseguró que la FIFA pedirá a “todas las federaciones en el mundo entero, los 211 países, que nombren un estadio en cada país con el nombre de Pelé, porque los jóvenes tienen que saber y recordar quién era”.
La propuesta se suma a otros homenajes en el gigante latinoamericano: la avenida que circunda el mítico estadio del Maracaná en Rio de Janeiro, donde Pelé marcó su gol número 1.000, será rebautizada el miércoles con el nombre del exastro, informó el martes el alcalde Eduardo Paes.