Opinión

Concierto en el cielo

8 septiembre, 2023 11:15 am
Irma Sánchez

Y de pronto en el cielo todas las orquestas dirigidas por el gran director mexicano Eduardo Mata al unísono ofrecieron el mejor concierto para recibir a quien en la vida lo dio todo por la música, el carismático Paco Sánchez Díaz de Rivera que fue al reencuentro con los suyos, su papá don Paco Sánchez, su mamá doña Eugenia Díaz de Rivera, su esposa Olga y su añorado hijo Paco, con quien a 4 manos al piano repitieron uno de sus mejores conciertos.

Paco Sánchez voló al cielo dejando un amplio legado en su amada Puebla, a la que junto con un grupo de amantes a la buena música y las bellas artes (Jorge Cubillas Escalante, Enrique Pérez Benítez, Carlos Mastretta Cobel, Sergio Torija, Charito González) alentados por los gobernadores Aaron Merino Fernández, Rafael Moreno Valle, Gonzalo Bautista, Guillermo Morales Blumenkron, Alfredo Toxqui, y Guillermo Jiménez Morales dieron a los poblanos el movimiento definido como “Puebla Ciudad Musical” trayendo de los escenarios internacionales a las mejores orquestas, los mejores ballets, los mejores cantantes con los mejores programas, las mejores obras que atraían de otras ciudades y de la capital del país al público culto capaz de cruzar fronteras para disfrutar de una exitosa sinfónica (como la de Londres) una filarmónica (como la de Berlín) un coro como el de Los Niños Cantores de Viena, un Ballet Clásico como el Bolshoi o el de Senegal.

Paco Sánchez también deja huella en la industria textil para la que creó el Tecnológico de la Industria Textil en los momentos en los que este sector productivo bien posicionado tenía que importar técnicos de España porque en Puebla no había opción para preparar a los técnicos y todo el recurso humano que se requería.

Paco desde niño siempre se impuso como líder, en el colegio Humboldt, en el Tecnológico de Monterrey, en la Asociación de Empresarios Textiles, en la Cámara de la Industria Textil, en la Sociedad de Conciertos, en Puebla Ciudad Musical, en la Junta de Mejoras.

En el PRI le arrebataron de las manos la candidatura para ser presidente municipal de Puebla y entonces fue diputado federal, cargo que le sirvió para desertar de la vida política y con la convicción de que nunca es tarde, cursó la carrera de dirección orquestal.

Dominó la ejecución de todos los instrumentos, y se quedó  con el piano que disfrutaba tocarlo con su hijo Paco que murió muy joven, representando un serio revés en su vida.

Con un grupo de amigos creó la escuela de tango.

Con el gran maestro Eduardo Mata logró una mancuerna para impulsar la música de viento de los pueblos, pero un accidente aéreo en la flor de la vida saboteó el proyecto.

Amigo de los artistas de renombre como Feliciano Bejar  con sus microscopios y Leonardo Nierman, ofreció lo mejor del arte para los poblanos.

Hoy Paco Sánchez con misión cumplida en la tierra vuela al  cielo para reunirse con Eduardo Mata, Madam Fontaine, Alicia Alonso, y con Jorge Cubillas arma el programa para seguir el ritmo que dio a la culta capital poblana con Puebla Ciudad Musical.

Un abrazo a sus hermanos Toño, Javier, María Eugenia, sus hijas Mari Nieves y Olguita y su esposa la pintora Paty Couttolenc





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