Ana de Armas y Tom Cruise: ¿romance o puro marketing?

Vamos directo al grano: Ana de Armas y Tom Cruise están jugando con nosotros. Otra vez. Esta vez el escenario fue Menorca, esa joya del Mediterráneo donde hasta los paparazzi se vuelven poetas. ¿Y qué nos encontramos? A estos dos, solos en un velero, relajados, con sombreros de rafia y un perro llamado Salsa. No es una broma.

Desde febrero —casualmente San Valentín— estos dos han sido vistos cenando, bajando de helicópteros privados, compartiendo taxi, fiesta con Beckham y ahora compartiendo el mar. ¿Y qué dicen ellos? Nada. Silencio absoluto.

¿Estamos viendo una historia de amor real o el mejor casting previo a una película de espías románticos? Porque seamos honestos: si esto fuera una escena de Misión Imposible: ¿Apoco se creyeron que ya no sacaríamos películas?, ya tendríamos tráiler.

Ella habla de querer hijos, él habla maravillas de ella. Ambos están “trabajando juntos” en un thriller sci-fi. Ajá.

Miren, si están enamorados, bien por ellos. Pero si esto es puro showbiz, aplausos también: nos tienen hablando. Aunque, Tom, si vas en serio… ¡no te olvides de Elvis, el otro perro!