Opinión

Diciembre, las fiestas… y lo que Japón nos enseña sobre la obesidad

17 diciembre, 2025 11:42 am
Alejandro Kasuga

Diciembre es el mes en el que casi todos decimos la misma frase: “En enero empiezo la dieta.”
Entre posadas, cenas de fin de año, reuniones familiares, intercambios y brindis, rompemos cualquier intento de disciplina alimenticia. Comemos de más, dormimos menos, nos movemos poco y lo justificamos con una idea muy común: “es solo este mes”.

El problema es que, en muchos casos, no es solo diciembre, sino la culminación de hábitos que arrastramos todo el año. Y aquí surge una pregunta interesante: ¿por qué en países como Japón, donde también hay celebraciones, casi no existe la obesidad?

La respuesta no está en la genética ni en dietas milagro. Está en la cultura cotidiana.

Japón y México: una diferencia que no es menor

En Japón, la tasa de obesidad en adultos se encuentra por debajo del 5%, con estimaciones que rondan entre 3.5% y 4.5%. En contraste, México enfrenta una realidad alarmante: alrededor del 36% de los adultos viven con obesidad y más del 70% presenta exceso de peso.

Japón no vive “a dieta”. Vive con moderación. Las porciones son pequeñas, se come despacio y se deja de comer antes de sentirse completamente lleno. El principio de “Hara hachi bun me” resume esta filosofía.

La educación empieza desde la infancia. Los niños sirven su comida, comen balanceado y limpian después de comer. Así aprenden respeto y conciencia.

No es ilegal ser obeso en Japón, pero existe la llamada Ley Metabo, que obliga a las empresas a dar seguimiento médico a sus colaboradores. La presión es institucional, no individual.

Finalmente, el movimiento cotidiano: caminar, usar transporte público, moverse sin llamarlo ejercicio.

Japón nos enseña que la salud no se corrige en enero ni con dietas temporales. Se construye todos los días, con hábitos consistentes.





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