Opinión

Año Nuevo en Japón: comenzar el año con intención

31 diciembre, 2025 7:01 am
Alejandro Kasuga

Para muchas culturas, el Año Nuevo representa un cambio de calendario.
Para Japón, representa algo mucho más profundo: el inicio consciente de un nuevo ciclo de vida.

El Año Nuevo japonés, conocido como Oshōgatsu, es la celebración más importante del año. No gira en torno al ruido, la fiesta o el exceso, sino a la familia, la reflexión y el simbolismo. Es un momento para detenerse, agradecer y comenzar de nuevo con orden y propósito.

Uno de los elementos centrales de esta celebración es la comida tradicional llamada Osechi Ryōri. A diferencia de lo que estamos acostumbrados en Occidente, el Osechi no es un solo platillo, sino un conjunto de alimentos preparados con anticipación y acomodados cuidadosamente en cajas especiales llamadas jubako. Estas cajas se colocan al centro de la mesa y se comparten en familia durante los primeros días del año.

Lo interesante del Osechi Ryōri es que nada está ahí por casualidad. Cada alimento tiene un significado específico y representa un deseo para el año que comienza. En Japón, el Año Nuevo no solo se desea con palabras; se desea comiendo.

Entre los alimentos más representativos están los kuromame, frijoles negros dulces que simbolizan salud, constancia y la capacidad de trabajar con dedicación durante todo el año. Comerlos es una forma silenciosa de comprometerse con el esfuerzo diario y la disciplina.

También está el kazunoko, huevas de arenque, cuyo significado está ligado a la continuidad y la prosperidad familiar. Cada huevecillo representa descendencia, crecimiento y futuro, por lo que es un platillo profundamente vinculado con la idea de legado.

Otro alimento tradicional es el datemaki, un rollo dulce hecho a base de huevo, cuya forma recuerda a los antiguos pergaminos. Este platillo simboliza el conocimiento, el aprendizaje y la sabiduría, valores muy apreciados en la sociedad japonesa.

El kombu, un tipo de alga, también ocupa un lugar importante. Su nombre se asocia fonéticamente con la palabra yorokobu, que significa alegría, por lo que representa felicidad y buenos augurios para el año que comienza.

No puede faltar el ebi, el camarón, cuya forma encorvada recuerda a una persona anciana. Comerlo simboliza el deseo de una vida larga y de llegar a la vejez con dignidad y fortaleza.

Antes incluso del Osechi, la noche del 31 de diciembre se come el Toshikoshi Soba. Toshikoshi significa pasar de un año a otro y soba son fideos largos. Este platillo representa dos ideas muy poderosas: por un lado, la longitud del fideo simboliza una vida larga; por otro, su facilidad para cortarse representa la capacidad de romper con los problemas, errores y cargas del año que termina.

Después de compartir estos alimentos en casa, muchas familias realizan el Hatsumōde, la primera visita del año a un templo o santuario, como el Meiji Jingu en Tokio. Ahí no se va a pedir riqueza inmediata, sino a agradecer por el año que pasó y a pedir guía, equilibrio y fortaleza para el nuevo ciclo.

Al final, cuando observamos estas tradiciones desde México, resulta inevitable hacer una reflexión. En nuestro país, el Año Nuevo se recibe con abrazos, brindis y un ritual muy conocido: las doce uvas. Cada uva representa un deseo para cada mes del año que comienza.

Distintas formas, pero un mismo fondo: la esperanza de un mejor año.

Desde este espacio, les deseo a todos ustedes y a sus familias un Año Nuevo 2026 lleno de salud, paz y bendiciones.





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