Arriba los corazones

El 2024 se nos va.

Hay que reconocer que nos trajo de todo.

Nos confirmó que “nada es para siempre”, pero además nos permitió tener presente que vivimos tiempos de una acelerada evolución.

Hoy ya estamos en el otoño y con los espacios llenos de hojas que cumpliendo un ciclo de vida nos confirma la máxima: renovarse o morir.

Nos encontramos a las puertas de 3 de los más significativos cambios en la vida de México y de los mexicanos, con la transición de autoridades en los gobiernos federal, estatal y municipal.

Para algunos esta transición resultará una caja de Pandora.

Para otros, más de lo mismo.

Pero para millones, la oportunidad de probar que puede haber mejores tiempos por los que se la jugaron el 2 de junio.

Dice el clásico que “cada quien elige lo que quiere” y en lo personal estoy convencida de que “todos” queremos mejores oportunidades que hagan efectiva la promesa de la movilidad social que ha tenido preocupantes atorones los últimos tiempos.

Recomenzaremos, pero debemos de tener muy presente que para lo que esperamos, tenemos que involucrarnos “todos” no dejar a las autoridades todo el peso para la toma de decisiones.

La moneda está en el aire, nadie debe de fallar, el México que queremos, depende de lo que sumemos cada uno día con día.

Comencemos con Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta. Con Alejandro Armenta, el político que garantiza su desempeño con una probada carrera política puesta a prueba en diversos encargos y con un dominio sobre las necesidades, oportunidades y aspiraciones de los poblanos de los 217 municipios. Y con Pepe Chedraui que surge de entre las naves industriales y que le mueve la convicción de que se puede dar todo para mejorar la calidad de vida de los poblanos capitalinos y poner a Puebla a la altura  de las ciudades  más prosperas.