Aumenta el número de víctimas en Karabaj tras explosión en un depósito de combustible
Redacción Tribuna
El número de muertos por la explosión en un depósito de combustible de Nagorno-Karabaj se disparó a 170 el viernes, mientras el éxodo del enclave étnico armenio tras su caída en manos de las fuerzas azerbaiyanas continuaba sin cesar.
La explosión del lunes en las afueras del bastión rebelde de Stepanakert se sumó al drama humano que se desarrolla a lo largo de la frontera de alta montaña entre los rivales Armenia y Azerbaiyán durante la semana pasada.
Los refugiados de Karabaj, con sus suministros de todo, desde alimentos hasta medicinas, bloqueados por un bloqueo azerbaiyano de nueve meses, luchaban por abastecerse de combustible en una de las pocas estaciones de servicio en funcionamiento antes de abandonar su tierra natal.
Las imágenes tomadas por familias asustadas mostraban una bola de fuego del tamaño de un campo de fútbol que surgía en lo alto del cielo nocturno.
Cientos de heridos y decenas de personas desaparecidas.
El gobierno separatista dijo el viernes que los expertos forenses habían podido reunir “170 restos” de cuerpos que serán llevados a Armenia para su identificación.
Añadió que 349 personas, la mayoría de ellas con quemaduras graves y críticas, estaban siendo tratadas en hospitales de toda la región.
Las Naciones Unidas enviarán una misión a Nagorno-Karabaj este fin de semana, principalmente para evaluar las necesidades humanitarias, anunció el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, añadiendo que el organismo no había tenido acceso a la región “en unos 30 años“.
Samvel Hambardzyumyan, superviviente de la explosión, dijo que solo escapó de sufrir lesiones graves porque había otras personas delante de él en la cola para repostar gasolina.
“Si no hubieran estado allí, me habrían quemado vivo”, dijo este hombre de 61 años.
