Borussia Dortmund, una crisis con raíces profundas y misteriosas
Las raíces del problema son profundas y en parte misteriosas: el Borussia Dortmund no consigue encontrar la fórmula y este curso se ha sumido en una crisis, que ha motivado diagnósticos diversos por parte de los analistas, “falta de carácter”, “inconstancia crónica” e incluso “la falta de Jürgen Klopp”.
Después de dieciocho jornadas disputadas en esta Bundesliga, el balance es desastroso para el equipo amarillo: siete derrotas, el entrenador Lucien Favre despedido en diciembre y una séptima posición en la tabla, a trece puntos del líder Bayern Múnich.
El sábado, el Borussia Dortmund recibe al Augsburgo, en un partido que se presenta crucial para intentar corregir el rumbo y elevar la confianza antes de los octavos de final de la Liga de Campeones, contra el Sevilla (ida: 17 de febrero, vuelta: 9 de marzo).
En una semana, en sus anteriores partidos, el Borussia Dortmund empató en casa 1-1 ante el penúltimo Maguncia y sufrió dos derrotas contra competidores directos por los puestos europeos, Bayer Leverkusen (2-1) y Borussia Mönchengladbach (4-2).
. Falta de carácter
El reproche de la falta de carácter se repite frecuentemente desde hace al menos dos años. Sobre Lucien Favre se decía a menudo que era incapaz de aportar a los jugadores el suplemento anímico necesario para marcar diferencias y la prensa alemana constata ahora que la llegada de un nuevo entrenador, Edin Terzic, no ha cambiado nada en ese punto.
El talento individual de Jadon Sancho o Erling Haaland permiten a menudo sacar adelante los partidos. Pero cuando llegan las derrotas se alude pronto al problema anímico y de personalidad del Borussia Dortmund: “La calidad es siempre resultado del talento y de la mentalidad”, admitió Terzic tras la derrota en Mönchengladbach. “Nos hemos apoyado demasiado en nuestro talento”, sentenció.
. Inconstancia
En tres años y medio, Terzic es ya el cuarto entrenador del equipo. Sus predecesores cayeron por el mismo motivo: la falta de regularidad, con buenas rachas de partidos acompañadas de fases más o menos catastróficas.
En su primera temporada (2018-2019), Lucien Favre llegó a tener nueve puntos de ventaja sobre el Bayern al final de la primera vuelta, antes de terminar perdiendo el título tras una pésima racha durante la segunda vuelta.
Este equipo da rara vez lo mejor de sí mismo, diagnostica el mítico Lothar Matthäus, que ostenta el récord de partidos internacionales (150) de la selección de Alemania.
Marcan goles de gran clase y luego se comportan frecuentemente como un equipo amateur en las jugadas a balón parado del rival. Superan al Leipzig (3-1) y luego empatan con el Mainz (1-1). Esto viene ya de años, explica.
No veo ningún proyecto detrás de las decisiones deportivas de estas últimas semanas, insiste. No hay un equipo-tipo y no hay un esqueleto sobre el que apoyarse, subraya.
. Añorando a Jürgen Klopp
Es quizás exagerado decir que el Borussia Dortmund nunca ha llegado a digerir la marcha de Jürgen Klopp en 2015.
Pero es cierto que el actual entrenador del Liverpool, con su carisma y su entusiasmo, conectaba a la perfección con esta ciudad de tradición obrera, en la que el fútbol se vive con gran pasión.
En su libro de memorias, publicado en 2019, el patrón del Borussia Dortmund, Hans-Joachim Watzke, lo reconoció: “Una relación así, como la que yo tuve con Jürgen durante más de siete años en el BVB (Borussia Dortmund), no la hubo antes. Y no volverá a haberla probablemente”.
Después de Klopp, Thomas Tuchel, que mantuvo encendida la llama del Borussia Dortmund, fue apartado en 2017 tras una disputa con Watzke. Después vinieron Peter Bosz, Peter Stöger y sobre todo Lucien Favre, un técnico suizo minucioso, pero ninguno de ellos pudo sustituir en el corazón de los hinchas a Klopp.
La prensa alemana cita ahora el nombre de Marco Rose, el mediático entrenador del Borussia Mönchengladbach, de 44 años, como gran candidato para tomar los mandos del club la próxima temporada, después de la etapa del ‘interino’ Terzic.
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