En tiempos donde la seguridad alimentaria suele quedarse en el discurso, la BUAP y Alimentación para el Bienestar del Gobierno de México decidieron llevar el tema al terreno de las acciones concretas. Ambas instituciones firmaron un convenio de colaboración que, más allá de la foto protocolaria, apunta a algo más ambicioso: abrir espacios reales para que estudiantes e investigadores universitarios incidan en la transformación del sector alimentario.
La rectora Lilia Cedillo Ramírez subrayó que este acuerdo se inscribe en la vocación histórica de la BUAP: servir a la sociedad mediante la ciencia. Según dijo, el intercambio de experiencias, el servicio social, las prácticas profesionales y el desarrollo de proyectos conjuntos permitirán acelerar la aplicación de investigaciones en áreas agrícolas y alimentarias. Su objetivo es claro: impulsar prácticas que mejoren la calidad de vida y, al mismo tiempo, cuiden el ambiente.
Desde el gobierno federal, María Luisa Albores González, directora de Alimentación para el Bienestar, destacó que la iniciativa surgió tras un taller donde investigadores de la BUAP presentaron desarrollos en alimentos con alto valor nutricional. Estos avances, afirmó, podrían convertirse en productos disponibles para la población. Puso como ejemplo la compra de café a productores de la Sierra Nororiental de Puebla, que la dependencia transforma en café soluble.
El convenio también fue detallado por Miriam Olga Ponce Gómez, abogada General de la BUAP, quien señaló que la alianza busca formar profesionales con compromiso social y promover investigación aplicada. Explicó que los estudiantes podrán integrarse a proyectos científicos y actividades dentro de Alimentación para el Bienestar, un espacio que describió como un “laboratorio vivo” donde teoría y práctica convergen.
A la firma acudieron funcionarios universitarios y de la dependencia federal, reforzando la intención conjunta de construir entornos más sostenibles y saludables.
