Caso Fernanda León: exige justicia tras sufrir violencia de género.

Un nuevo caso de violencia de género se da en Puebla en el marco del Día Internacional de la Mujer, lo que deja en evidencia que la lucha está más vigente que nunca.

Fernanda León es una madre que, desde hace meses, vio transformada su vida familiar en un verdadero infierno luego de que su aún esposo, Israel N., ejerciera violencia psicológica y, posteriormente, física, marcando un antes y un después en su vida. Ahora, clama porque su caso se visibilice para obtener justicia.

“En octubre de 2022 contraje matrimonio con quien ahora es mi agresor, Israel N. Durante nuestra relación de noviazgo, que duró cuatro años, él era totalmente distinto: muy cariñoso, muy atento, tanto conmigo como con mi familia y amigos. Nunca me mostró ningún grado de agresividad. Pero tras casarnos, todo cambió”.

Los malos tratos comenzaron por parte de Israel N., pero también de su familia, quienes ejercieron violencia verbal y psicológica no solo en casa, sino también en el ámbito laboral, ya que Fernanda empezó a trabajar en la empresa familiar de su agresor.

“Él y su familia comenzaron a agredirme de diferentes maneras. Al principio, más psicológicas y verbales, insultándome todo el tiempo: que no servía para nada, que tenía que hacer lo que él decía porque él era mi dueño, porque él me mantenía. Me obligó a trabajar en su empresa, y al principio no lo tomé a mal porque pensé: ‘Somos una familia, está bien que trabaje con él porque el dinero va a un mismo hogar’. Pero fue un error de mi parte haber entrado a trabajar ahí”.

El punto de quiebre para Fernanda ocurrió el 1 de diciembre de 2024, cuando las agresiones se tornaron físicas y, además, su agresor intentó separarla de su hijo.

“Él se llevó al bebé, lo despertó y lo sacó de su cuna. El bebé comenzó a llorar, yo también por la situación. Salió de la casa con el bebé, llamó a sus papás y pasaron por él en una camioneta. Con el afán de que los vecinos no me escucharan, me decía que me callara, pero yo seguía gritando pidiendo ayuda. Entonces, me arrastró del cabello hasta la casa de sus papás, que estaba en el mismo fraccionamiento. Me metió y le pidió a su mamá que cerrara la puerta para que nadie pudiera ver. Su mamá me sostuvo el cuerpo y las piernas, él se subió encima de mí, comenzó a golpearme y a azotar mi cabeza contra el piso repetidamente”.

Fernanda denunció los hechos de inmediato. Su audiencia se llevó a cabo el 9 de enero, donde le otorgaron la custodia provisional de su hijo y la manutención, misma que no ha sido cubierta por el agresor. También se emitió una orden de restricción contra Israel N. y su familia: Martha N., Azuany N. y Santiago N.

El Juez Rogelio Pérez Sánchez instruyó que Fernanda y su hijo permanecieran en la casa que había sido su hogar en los últimos años, por lo que la policía retiró a Israel N. del domicilio. Sin embargo, luego de ciertos eventos dudosos, como una acusación por robo de camioneta el 6 de febrero, el Juez Jaime Arroyo Razo ordenó su desalojo el 7 de marzo.

Ahora, Fernanda exige justicia y pide que las autoridades no posterguen su caso, pues teme que su agresor logre evadir la ley. Además, responsabiliza a Israel N. y a toda su familia de cualquier daño que pueda sufrir ella, su hijo o su familia.