¿Cómo ha evolucionado la guerra de drones en Ucrania?
AFP
París, Francia.- Los drones han marcado la guerra en Ucrania como nunca antes y han evolucionado de pequeños cuadricópteros con cámaras y granadas hasta integrar bombas y ojivas con blanco en Kiev y Moscú.
En los últimos meses, las tropas rusas lanzaron drones explosivos Shahed, de fabricación iraní, contra varias ciudades ucranianas. Kiev también los ha usado para atacar puntos clave en la península de Crimea y la región fronteriza rusa de Belgorod.
El gobierno ruso incluso acusó el martes a Ucrania de atacar Moscú con estos artefactos. Su uso y sus características han evolucionado a lo largo del tiempo.
El ocaso de los drones tipo MALE
El dron de fabricación turca Bayraktar TB2 fue uno de los “símbolos de los primeros momentos del conflicto” para la resistencia ucraniana, resume el investigador francés Léo Péria-Peigné, del Instituto francés de relaciones internacionales (IFRI).
Los artefactos desempeñaron un papel clave para frenar la llegada de tanques rusos desde Bielorrusia o en el hundimiento del ‘Moskva’, el buque insignia de la flota rusa en el mar Negro.
Pero los modelos –conocidos como MALE [siglas en inglés de altitud media y largo alcance]– han perdido relevancia a medida que se ha prolongado el conflicto.
El frente se estabilizó y se volvió impenetrable a medida que los rusos desplegaron sus sistemas” antiaéreos, explicó una fuente europea de la industria de defensa bajo condición de anonimato.
Este modelo de drones se volvió vulnerable, por lo que “ya no vuela tanto”, añadió.
– Una cuestión de números –
La guerra de drones, mucho más baratos que los misiles, es ahora una cuestión de números.
La mayoría de los drones explosivos son derribados por los sistemas de defensa aérea y obligan “a los defensores a disparar sus misiles para agotarlos”, señaló una fuente militar francesa.
También genera terror e incertidumbre todo el tiempo. A la largo, tiene cierto valor”, añadió.
Las fuerzas ucranianas usan “drones explosivos de largo alcance, a veces modelos chinos con hélice china o antiguos drones de reconocimiento de la era soviética: los Tu-141. Estos tienen cargas explosivas y pueden alcanzar objetivos en lo más profundo del territorio ruso”, detalló la fuente industrial.
La industria rusa, por su parte, sólo puede proporcionar “cerca de 40 misiles de largo alcance al mes”. Por eso, Moscú lanza un gran número de drones “para aumentar el número de ejes de amenaza, usando drones Shahed-136 como exploradores para identificar los huecos en la defensa ucraniana”, analizaron Jack Watling y Nick Reynolds, del centro de reflexión británico RUSI.