Conmemorar el Día Internacional del Peatón con una infraestructura vial más incluyente

Redacción.- El 17 de agosto de cada año se conmemora en el mundo el Día Internacional del Peatón, con el objetivo de difundir la cultura vial de este último y de promover espacios en y con los que pueda moverse con seguridad a lo largo de las ciudades. La fecha toma especial relevancia si se considera que en la población no todos son automovilistas o ciclistas, pero sí peatones. 

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Además, en países como México, en donde se tiene una marcada preferencia por los vehículos privados, la conmemoración permite reflexionar a las autoridades y a la ciudadanía acerca de la transformación que se necesita en la infraestructura vial para que los espacios públicos puedan ser aprovechados por todas las personas y no sólo por unos cuantos.   

En la pirámide de movilidad urbana los peatones se encuentran en el primer nivel, el de mayor importancia; y tres peldaños abajo (después de los ciclistas, el transporte público y el transporte de carga) se ubican los automóviles particulares. 

Este esquema, de acuerdo con el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP por sus siglas en inglés), prioriza los modos de transporte que promueven la equidad, el beneficio social y dañan menos al medio ambiente. Asimismo, la pirámide de movilidad considera el grado de sustentabilidad, de uso y de siniestralidad (riesgo de sufrir un accidente) de cada método para transportarse.

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La pirámide no solo está diseñada para definir cómo se deben mover las personas según su modo de transporte, también indica la inversión pública que debe tener cada sector. Así, el gasto destinado para la movilidad peatonal debería ser el más grande; sin embargo, las autoridades mexicanas miran la pirámide de cabeza, pues la mayor cantidad de recursos es destinada a la movilidad de vehículos privados. 

El estudio “Anatomía de la Movilidad en México” señala que de 2013 a 2017 en México el 74 por ciento del gasto público federal en materia de movilidad se destinó a infraestructura para vehículos particulares. En contraste, únicamente el 9.68 por ciento fue para infraestructura peatonal. 

A nivel local el asunto es todavía peor; en Puebla la inversión que fomenta en el uso de automóviles particulares alcanzó el 84 por ciento, y el resto se repartió entre infraestructura para el transporte público, ciclistas y peatones. 

Paradójicamente, tanto en Puebla como en el país la mayoría de los traslados se realizan en transporte público o en modos no motorizados —caminando o en bicicleta—. 

A nivel nacional, según el INEGI, el 56 por ciento de la población se mueve en transporte público y el 29 por ciento lo hace con métodos no motorizados; en Puebla, el 37 por ciento se traslada en transporte público y el 46 por ciento con modos no motorizados.