Conoce la historia de Juan: Inició en la albañilería desde los 12 años
Puebla, Pue.- Miembro de una familia de 11 hermanos en la que su madre hizo también el papel del padre, Juan se inició en el oficio de la albañilería cuando tenía apenas 12 años. Hoy, 48 años de edad calcula haber hecho alrededor de 60 casas desde los cimientos hasta el colado.
“Por necesidad, pues fuimos muchos hermanos, fuimos once hermanos y mi mamá era padre y madre para nosotros entonces empezamos a trabajar, todos los hermanos en diferentes cosas desde muy pequeños”.
Juan Torres tiene hoy sesenta años. A lo largo del ejercicio de la albañilería pasó por todos los escalafones en una obra, comenzó como ayudante, luego auxiliar, oficial y finalmente maestro, función que ejerció por casi 30 años. A él, aún le tocó aprender el oficio “a la antigüita”.
“Éramos muy duros, si no podía uno, ya sea con el aplanador, con la cuchara, lo agarraban a uno agachado y le pegaban, así se aprendía, antes, porque ahora ya no, le dice uno a los muchachos, aprende y no, no aprenden, y ni para quejarse con la mamá porque ella decía, para que aprenda”.
La pandemia por coronavirus no mermó sus ingresos. Por fortuna siempre encontró algo que hacer para llevar el sustento a casa, sin embargo reconoce que otros colegas si pasaron momentos muy complicados y lo peor, es que la situación no ha mejorado del todo.
Juan está ya retirándose del oficio, a lo largo de estos años aprendió plomería y electricidad industrial, labores mucho menos pesadas e igual de redituables que la albañilería, labor que desempeñó siempre con total honestidad aunque, lamenta, por la mala fama de unos, pagan todos.
“Es un oficio noble, en chico rato llega a caer y pide uno dinero y ya lo tiene uno y nada más saber cumplir, que no digan; ya no le doy trabajo a este maestro porque no cumple, -¿tienen mala fama?- unos, y por unos pagamos todos, yo le doy gracias al Señor que aquí nunca me han venido a decir: oiga eso no me gustó”.
Don Juan no tiene obra, por lo que vivirá la celebración de la Santa Cruz como espectador. Considera que la tradición de “levantar la Cruz” en las construcciones, está próxima a perderse, ya que los tiempos actuales no admiten días extra de asueto, ni mucho menos festejos pagados del bolsillo del maestro albañil o el arquitecto titular del proyecto.
El 3 de mayo en México, es el Día del Albañil. Este día, en cada obra en curso, se acostumbra colocar una Cruz. El objetivo es garantizar que los trabajos lleguen a su fin sin accidentes. La celebración concluye con una comida para los trabajadores de la construcción.
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