
Conoce la historia de Nuestra Señora de la Soledad
David Becerra
Puebla, Pue.- Uno de los momentos de mayor impacto para María fue en el que finalmente Jesucristo pierde la vida luego de todo el sufrimiento vivido antes, durante y después de la crucifixión, el duelo de una madre que debe regresar a su hogar y que es acompañada del apóstol Juan, ambos con una pérdida irreparable y aunque se están haciendo compañía, una sensación de soledad invade toda su existencia.
En esta cuarta entrega de las imágenes participantes en la procesión de Viernes Santo conoceremos datos importantes de otra imagen que representa a la madre de Dios: “Nuestra Señora de la Soledad”.
Teniendo su sede en la parroquia del Sagrario Metropolitano, también conocido como Templo de Nuestra Señora de la Soledad, esta imagen tiene un peso propio de 60 kg y una altura de un metro con 64 cm; data del siglo XVIII.
La historia cuenta que a finales de los años 1600, el capitán y conde de Casa Alegre, don Diego Fernández de Santillán y Villegas, debía navegar desde la Nueva España al viejo continente por temas pendientes con la corona española y no volvería.
Por ello, tuvo que dejar la vida que había formado, a los conocidos de su confianza que habían estado a su servicio. Al despedirse, quiso otorgarle un regalo a su mozo más confiable, Manuel de los Dolores, quien, al preguntarle qué deseaba, contestó que estaría satisfecho con una imagen de la Virgen de los Dolores.

Cuando llegó a España, Fernández de Santillán y Villegas buscó una imagen digna con diversos escultores y, después de una exhaustiva búsqueda, encontró la adecuada.
Sin embargo, el envío de la imagen a la entonces Nueva España demoraría unos años por diversos retrasos, entre los que destaca la intención de las Agustinas Recoletas de Cádiz de quedársela. No obstante, luego de que la madre Superiora de dicho convento enfermara y, en un sueño, la Virgen le pidiera ser enviada a la Nueva España a cambio de recobrar su salud, la imagen inició el trayecto.
Finalmente, en 1704, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad llegó a Puebla de los Ángeles, cumpliéndose así la promesa hecha por don Diego Fernández de Santillán a su excriado, Manuel de los Dolores, quien se había dedicado a construir una capilla mientras la Virgen realizaba la travesía transcontinental.
Para 1748, la imagen ya contaba con tantos devotos que se construyó un nuevo sitio que estuviera a la altura de su popularidad, y fue así que se trasladó al recinto donde actualmente mora.
La imagen de la Virgen de la Soledad es particular, pues en la procesión de Viernes Santo las encargadas de portearla son exclusivamente mujeres, un grupo de aproximadamente 240 elementos con equipos de 12 que van rotando turnos, ya que con las andas y los arreglos florales, el peso total de la bella escultura puede llegar a superar los 200 kg.