El gran terremoto de Orizaba, Veracruz, 1973
Redacción Tribuna Noticias
El recuerdo del 28 de agosto de 1973 sigue vivo en la memoria de quienes vivieron la devastación del Gran Terremoto de Orizaba, Veracruz. Considerado uno de los sismos profundos más significativos en la historia de México, este evento sísmico dejó una huella indeleble en la región central del estado.
En la madrugada de aquel fatídico martes, a las 03:45 h, la tierra comenzó a sacudirse en una violenta muestra de poder natural. Durante casi dos minutos, la magnitud estimada de 7.3 grados, según el Servicio Sismológico Nacional (SSN), provocó una serie de eventos catastróficos que marcarían a la comunidad. Orizaba, el epicentro del desastre, sufrió una destrucción parcial, mientras que 539 de sus habitantes perdieron la vida, la mayoría de ellos mientras dormían, atrapados en sus propios hogares.
Sin embargo, la tragedia no se limitó a Orizaba. La violencia del sismo también dejó su impacto en varias ciudades circundantes, incluyendo Serdán, Puebla, Córdoba, Nogales y Veracruz. El saldo total de vidas perdidas ascendió a un desgarrador número de 1200 personas, acompañado por daños materiales generalizados, especialmente en edificaciones de mayor antigüedad.
Ante la magnitud de esta catástrofe, las lecciones aprendidas continúan resonando en la conciencia colectiva. El Servicio Sismológico Nacional proporciona pautas esenciales para la preparación, la acción durante y después de los sismos:
Prepárate (antes):
– Formula un plan de protección civil familiar.
– Participa activamente en simulacros de evacuación.
– Identifica las zonas seguras en tu entorno habitual.
– Realiza inspecciones regulares de instalaciones de gas y electricidad.
– Ten a mano una mochila de emergencia con elementos esenciales.
Actúa (durante):
– Mantén la calma y ubícate en zonas de seguridad.
– Aléjate de objetos y ventanas susceptibles de caer.
– Si estás en un automóvil, estaciónate lejos de edificios altos y elementos potencialmente peligrosos.
– En zonas costeras, busca refugio en zonas elevadas y alejadas de cuerpos de agua.
**Revisa (después):**
– Inspecciona tu hogar en busca de daños tras el sismo.
– Utiliza el teléfono solo para emergencias.
– Asegúrate de que no haya fugas de gas antes de encender velas o cerillas.
– Mantente informado, sigue las recomendaciones de las autoridades y Protección Civil.
– Mantén la alerta, ya que podrían ocurrir réplicas.
El Gran Terremoto de Orizaba, Veracruz, 1973, dejó cicatrices imborrables y marcó un antes y un después en la preparación y respuesta de México ante los sismos. Recordar este evento es una manera de honrar a quienes perdieron la vida y reafirmar el compromiso con la seguridad y la resiliencia frente a la fuerza incontrolable de la naturaleza.
