Empleo para 16 millones de adultos mayores
Irma Sánchez
México, como cualquier nación, enfrenta serios y múltiples retos para salir adelante.
Entre otros, el presente y futuro de sus 16 millones de adultos mayores que han pasado de la sexta década de la vida y gozan de fuerza, pujanza, entusiasmo y necesidad de ser productivos.
Para ellos, la actividad informal es su oportunidad y refugio, con la inseguridad y altibajos que conlleva.
Datos del INEGI revelan que el 70 por ciento de ellos cada día cargados de ilusiones salen a buscar monedas para comprar alimentos, pagar su luz, medicamentos, su celular, su techo.
Esto tiene que cambiar, y no por la fuerza de un decreto, sino por la propia sociedad productiva que tiene el compromiso social de preparar el terreno para los suyos y para sí mismo.
Ver por nuestros adultos mayores representa un llamado interior y afortunadamente algunos lo comienzan a atender y actúan en consecuencia.
Así trasciende el hecho de que cada día más empresas comienzan a abrir espacios para acomodarlos, “no” en un acto de caridad, sino aprovechando sus aptitudes, experiencias y ganas para responder dignamente a la oportunidad.
Las empresas los convocan, los capacitan, y los colocan en posiciones en las que cumplirán dignamente y con orgullo.
La experiencia se ha convertido en la mejor vitamina en la vida de muchos.
Para sus compañeros de empleo más jóvenes, su presencia ha reforzado su entusiasmo y pulcritud para su desempeño.
Y para sus familiares y allegados, el hecho los llena de orgullo y ejemplo.
Empresas como Kavak que ya dio el paso, está demostrando, además, la gran disposición para incorporarse al mundo de las tecnologías que pareciera que son dominadas exclusivamente por los jóvenes.
Hoy los adultos mayores, habidos de ser incluidos en el mercado laboral formal, ponen su disposición y responsabilidad en juego, demostrando que los que vienen a su lado y atrás, deben ser tomados en cuenta. Y así, todos ganan, las empresas, los contratados y el país.
En Puebla la empresa “CINIA” ya los tomó en cuenta y tiene las mejores referencias del modelo.
El empleo para estos 16 millones de mexicanos tiene que multiplicarse, sin la fuerza de un decreto, sino por la fuerza del respeto a sí mismo.
