
Fuerzas Básicas de Armenta

Leonardo Torixa Cervantes
Para nadie es un secreto, porque así lo ha demostrado, que el gobernador del estado, Alejandro Armenta, es un apasionado del deporte y, como sucede en cualquier disciplina, debe tener sus fuerzas básicas.
Tras cumplir sus poco más de 200 días de administración, algunos piensan que el mandatario estatal hizo un nuevo corte de caja, como se dice popularmente, pero la realidad es que no fue así. El titular del Ejecutivo evalúa todos los días a sus colaboradores, conoce casi a la perfección el presente y sabe leer muy bien el futuro.
Es ahí cuando viene la toma de decisiones, pero sabe que, para fortalecer su gobierno, de entrada requiere de nuevos perfiles, con mucha pila —es decir, que no se les canse el caballo—, nada maleados, pero con la capacidad de resolver cualquier problemática.
Ejemplos hay muchos, y quienes saben leer de política me darán la razón. El número dos de la administración estatal es el joven José Luis García Parra, quien ha acompañado al gobernador en las buenas, en las malas y en las peores.
Por otra parte, hay dos perfiles femeninos que, si bien no forman parte de la columna vertebral del gobierno, han demostrado capacidad y saben dar resultados. Se trata de la titular de la Secretaría de Turismo, Carla López Malo, quien no se bajó del barco a las primeras de cambio. Ha ido consolidando su relación con el mandatario y sabe capitalizar los probables errores para que estos se conviertan en virtudes que permitan seguir consolidando proyectos en este importante sector.
Otro ejemplo es la directora de Parques y Convenciones, Michelle Talavera, que, apenas en los primeros meses de administración, organizó la Feria de Puebla para posicionarla entre las más importantes del país. Ha rehabilitado áreas fundamentales de los parques que administra y ahora garantiza que los ciudadanos que acuden a estos centros de recreación se mantengan seguros con la colocación de 126 cámaras de videovigilancia.
Hay otros cuadros que considero también han dado buenos resultados, pero de ellos hablaré en otra entrega, porque es momento de abordar el caso de Alexa Espidio Sánchez.
Alexa Espidio no es ninguna improvisada, y tampoco es diputada suplente porque su mamá es la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, como algunos escribieron luego de que el 31 de julio podría asumir la titularidad de la curul que, aparentemente, dejará vacante Grace Palomares.
Alexa Espidio salió de su zona de confort y decidió irse a la Ciudad de México para estudiar Ciencias Políticas. En la capital del país, mientras cursaba sus materias universitarias, decidió buscar una oportunidad en el Senado de la República. Fue entonces cuando el gobernador Alejandro Armenta, quien era presidente de la Cámara Alta, conoció sus habilidades y decidió invitarla a su equipo de trabajo.
A partir de ese momento, Alexa demostró que traía madera de política, que le apasiona el servicio público, tiene una estupenda capacidad de gestión, es respetuosa y le gusta ayudar no solo a sus semejantes, sino a las personas que más lo necesitan; virtudes que hoy la mantienen con un liderazgo en su distrito envidiable para cualquier viejo político.
Pero más que aplaudir sus virtudes —que esas las debe tener cualquier buen profesionista, o en este caso político—, Alexa Espidio hizo campaña, fue electa democráticamente y se ha ganado a pulso, si así sucede, su espacio en la LXII Legislatura.
Así que no la pierdan de vista.