Holanda, un caso de éxito en el control de perros callejeros

Redacción.- En muchas regiones del mundo los perros callejeros representan un serio problema, pues algunos pueden mostrar agresividad hacia los habitantes o se pueden convertir en un foco de infecciones. Para las organizaciones protectoras de animales las claves para solucionarlo son claras: esterilización, identificación y tenencia responsable. Pero pocas ciudades o países se toman la molestia.

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México, por ejemplo, es uno de los países con más perros callejeros en el mundo y con más incidencia de este fenómeno en América Latina. Pese a esto ni los gobiernos ni la sociedad civil (la mayoría) han mostrado un interés real en combatirlo.

Por el contrario, el abandono, una de las raíces del problema, crece año con año. La asociación civil Defensoría Animal estima que en México cerca de 500 mil perros y gatos son abandonados anualmente.

Las principales razones por las que se da el abandono son problemas de comportamiento, gastos de alimentación y de atención veterinaria, cambio de residencia, el nacimiento de un bebé, porque deja de ser un cachorro y ya no es tan tierno o porque los compran muy baratos en criaderos clandestinos como ‘perros de raza’ y cuando crecen se dan cuenta que no lo son”, explica el experto de MSD Salud Animal en México en entrevista con Milenio.

En contraste, Holanda es considerado como el primer país en el mundo sin perros callejeros. Pero este reconocimiento no es gratuito, pues al igual que otras naciones también se enfrentó a un problema que año con año crecía.

Actualmente, los holandeses ven a sus perros como si fueran sus propios hijos y, por consiguiente, no conciben deshacerse de ellos”, señala un artículo del periódico El Mundo.

En los años noventa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la World Animal Protection (WSPA) apuntaban que la única forma de frenar la sobrepoblación canina callejera era esterilizar, educar a la sociedad sobre la tenencia responsable e identificar a los animales. Desde entonces el mencionado país europeo comenzó a poner en práctica las recomendaciones.

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Con la esterilización, asegura la Sociedad Humana Internacional, se  reducen las conductas indeseables relacionadas con las hormonas; las hembras ya no tienen un ciclo hormonal y esto elimina la atracción y el acercamiento indeseados de perros machos; el instinto por deambular se reduce enormemente y el comportamiento ansioso y agresivo disminuye, lo que ayuda a su vez a disminuir la incidencia de mordeduras.

Además de asumir los costos de la esterilización, el gobierno holandés estableció multas para quien no brindara los cuidados pertinentes o maltratara a sus mascotas —abandonándolas, por ejemplo— y hasta implementó una policía especializada encargada el cumplimiento de dichas normas.

Por otro lado, incrementó los impuestos a la gente que compraba perros de raza, promoviendo así “que quienes realmente deseaban tener un perro lo terminasen adoptando”, detalla el texto de El Mundo.

Y ante este eficiente control de los perros callejeros, algunas organizaciones holandesas llevaron ayuda a otras regiones de Europa, incluso rescatando a perros para que en su territorio los pudieran adoptar.