La 108ª edición del Tour de Francia arranca este sábado en Brest (Bretaña, noroeste) en lo que a priori parece una lucha entre los dos eslovenos que dominaron la carrera el año pasado, Tadej Pogacar y Primoz Roglic, y el potente equipo Ineos, con cuatro candidatos al podio, entre ellos el ecuatoriano Richard Carapaz.

“Es motivo de felicidad salir en las fechas tradicionales”, se felicitaba el director de Tour Christian Prudhomme en las horas previas al inicio de la carrera, que el año pasado se disputó en septiembre por la pandemia y que acabó con el histórico triunfo de Pogacar, remontando a Roglic en la cronoescalada de la víspera a la llegada a París.

Los dos ciclistas eslovenos vuelven a ser los máximos favoritos a vestir de amarillo en el podio de la capital francesa y la primera parte de la temporada no ha hecho más que confirmar su estatuto.

Pese a su juventud, 22 años, Pogacar sigue demostrando que lo conseguido el año pasado no fue fruto de la casualidad. Esta temporada llega al Tour como líder indiscutible del UAE después de ganar la Vuelta a Emiratos, la Vuelta a Eslovenia y dos pruebas tradicionales del calendario ciclista: la Tirreno Adriático y la Lieja-Bastoña-Lieja.

– Carapaz, uno de los líderes de Ineos –

Sin la presencia del holandés Tom Dumoulin, Roglic será el único jefe de filas del equipo Jumbo. A sus 31 años, el esloveno ha sumado como mejores resultados esta temporada tres etapas de la París-Niza, la general de la Vuelta al País Vasco y fue segundo en la Flecha Valona.

Para tratar de hacer frente al dúo esloveno y volver a ganar una carrera que conquistó en siete ocasiones desde 2012, la formación británica Ineos, la más potente del pelotón, presenta un equipo con cuatro aspirantes al podio final en París: un vencedor del Tour, el galés Geraint Thomas (2018), dos ganadores del Giro de Italia, el ecuatoriano Richard Carapaz (2019) y el británico Tao Geoghegan Hart (2020), y el veterano australiano Richie Porte, tercero en la última edición de la Grande Boucle.

El Ineos, además llega en un gran momento de forma. En mayo, Thomas ganó el Tour de Romandía y en junio, Porte se impuso en la Dauphiné y Carapaz la Vuelta a Suiza.

“En 2019 tuvimos al ganador más joven desde 1947 con Bernal y el año siguiente al más joven desde 1904 con Pogacar. Esta vez, podríamos tener con el vencedor de más edad desde 1922 si Thomas (35 años) se impone”, destaca Prudhomme.

“Tenemos un equipo para tomar la iniciativa y aprovechar cada oportunidad. Hemos cambiado nuestra filosofía de carrera esta temporada para ser más abiertos y agresivos”, ha anunciado el patrón del Ineos, Dave Brailsford, al que muchas veces se le acusaba de bloquear las carreras con su manera de correr.

– Urán y López bazas colombianas –

Más allá de estos aspirantes y con la ausencia de Egan Bernal, dos colombianos aspiran a meterse también en la pelea por las primeras posiciones: el veterano Rigoberto Urán, que en la pasada edición aguantó hasta la última semana, y sobre todo Miguel Ángel ‘Supermán’ López, que en su nuevo equipo, el Movistar español, contará con la ayuda de otros corredores candidatos al Top 10 como Eric Más, Marco Soler y Alejandro Valverde.

No obstante, Urán, ‘Supermán’ López y el resto de escaladores estarán penalizados en esta edición por ser menos montañosa que las últimas (con solo tres llegadas en alto) y, sobre todo, por el regreso con fuerza de la contrarreloj, con dos etapas y 58 km en total de lucha individual.

Por este motivo, el también colombiano Nairo Quintana, tres veces en el podio en París, anunció en una entrevista a la AFP que cambia de objetivos para este año: “No voy a pelear por la general, sino por los triunfos de etapa”.

Para empezar, la primera semana no será ni mucho menos de calentamiento, ya que los ciclistas empezarán este mismo sábado con un final con repecho que favorece a ciclistas con final explosivo como el francés Julian Alaphilippe, actual campeón del mundo, el holandés Mathieu Van der Poel, una de las atracciones de este Tour en su primera participación, e incluso el propio Valverde.

“Las diferencias no serán muy grandes en la primera semana, pero tanto física como mentalmente exigirá mucha energía y eso podría pasar factura en la última semana”, advirtió Thomas.