La Casa de los Muñecos

24 febrero, 2022 7:42 am

Tomar prestado un nombre representa mucha responsabilidad, y más si se trata algo tan representativo en la historia de una ciudad. Este es el caso del restaurante LA CASA DE LOS MUÑECOS, que al ser creado a partir de la creación de un museo dentro de una de las casas más importantes en Puebla sabía que se convertiría en parte de la historia de dicha entidad. Ese ha sido el caso de este proyecto gastronómico, que desde el 2006 no solo ha sido digno representante de las tradiciones y costumbres de la comida poblana sino que además ha sabido adaptarse y poder tener una propuesta contemporánea de primer nivel.

Hablando acerca del lugar, hay que mencionar lo cómodo que resulta la ubicación, el estar dentro del Complejo Cultural de la BUAP le da toda la cercanía que un gran sector asiduo a la zona de Angelópolis espera al momento de decidir dónde ir cuando tiene ganas de ir a un restaurante. Además el espacio es muy amplio y acaba de tener una reciente remodelación, lo cual le ofrece al asistente un lugar en el cual se puede sentir cómodo con mucho espacio entre mesas, gran altura interior y vivir una mezcla entre elementos clásicos y contemporáneos.

Demos paso al tema importante… la comida. En verdad que pude probar muchas cosas del menú y cada una de ellas me pareció deliciosa. Un proyecto bien pensado siempre se preocupa por los detalles, y así es como comenzó el menú que probé, con el pan y la mantequilla, pero podría parecer algo normal o sin importancia hasta que me di cuenta que además de ser el pan hecho en casa, la mantequilla era de sabor tamarindo y la salsa picante que la acompañaba era de mango y chipotle… deliciosa combinación!

Después llegó a la mesa un plató de entradas en el cual pude probar un sope de cochinita pibil (con su deliciosa salsa de cebolla morada y chile habanero) un chile chipotle capeado relleno de queso (al que me gusta llamarle “chile navideño” y me emociona comer fuera de temporada) y dos chalupas, verde y roja con la diferencia que una tenía el tradicional pollo pero la otra viene con fajitas de cecina, lo cual le da un toque diferente sin salirse del sabor clásico que siempre esperamos al pedir una chalupa. 

Al terminar las entradas me ofrecieron dos cremas. La primera estuve a punto de no pedirla porque era CREMA DE HABAS CON NOPALES y no son fan de las habas, pero la sirven acompañada de aceite de olivo y orégano picado que al mezclarse con la crema la transforman en algo delicioso y aromático. La segunda fue una CREMA DE CILANTRO acompañada de manzana y nuez picada que también estaba deliciosa, muy recomendable para todos a los que una sopa o crema es imperdible para poder disfrutar de la comida.

Continué con una prueba de moles, donde cabe resaltar el diseño del plato donde viene servido, es una charola de cerámica con 5 cucharas, cada una llena con un mole o salsa distinta. Pude probar PIPIÁN VERDE Y ROJO, CHAMORRO EN SALSA VERDE, ALBÓNDIGA EN SALSA DE CHIPOTLE y mi favorito… EL MOLE POBLANO. Como ya lo he platicado antes es imposible decir cuál es el mejor poblano que existe en la ciudad, porque depende del gusto de cada quién. En este caso me sorprendió lo delicioso que resulta al tener un elemento frutal dulce más intenso que en otros casos, el mole poblano de este lugar lleva mucho plátano, lo cual le da profundidad y dulzor delicioso! Fue una sola probada y me quedé con ganas de un plato completo! Estas pruebas de moles y salsas resultó un viaje no solo a través de México sino también a través de mis recuerdos de infancia.

Cuando pensé que ya no podía comer más, llegó el plato fuerte… un LOMO FLAMEADO EN SALSA DE ROQUEFORT acompañado de verduras al vapor y papa gratín. Cualquier cosa que vaya flameada en mesa es delicioso tanto a la vista como al olfato, se inunda el espacio de olores increíbles al momento de usar una base alcohólica para pasar la carne por fuego y que sea parte de su proceso de cocción. La salsa de roquefort estaba buenísima, profunda y combinando perfecto con los acompañamientos. 

Ya no pude llegar al postre porque era físicamente imposible comer más jajaja, me quedé con las ganas de un VOLCÁN DE CHOCOLATE CON RELLENO DE MOLE POBLANO que suena delicioso, volveré pronto a probarlo. Este lugar además de todas las delicias que tiene en carta también ofrece la oportunidad de poder comprar en distintas tiendas varias de sus salsas y moles y poder disfrutarlo en casa a través de la marca GURRUMINA, búsquenla en varias tiendas y en Mercado Libre.

Esa fue mi experiencia de la CASA DE LOS MUÑECOS, un paseo gastronómico por las tradiciones mexicanas y especialmente poblanas. Un lugar muy cómodo en una ubicación perfecta dentro de la zona de Angelópolis y la que podría ser sede ideal para tu siguiente comida en familia… ¿se te antoja?





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