La iglesia activa
Justo cuando el Papa Francisco abre las ventanas de la iglesia católica convencido de que tienen que correr nuevos vientos de acuerdo al rumbo que lleva la humanidad, en la última asamblea del Consejo Episcopal Mexicano es elegido el arzobispo de Puebla don Víctor Sánchez Espinosa, para hacerse cargo de la Comisión de la Pastoral Litúrgica.
Se trata de una honrosa comisión y un reconocimiento al trabajo que ha logrado don Víctor en Puebla, en tiempos cargados de retos como los de la pandemia que ha empobrecido y desencadenado la pobreza alimentaria, y que ha arrebatado la vida a más de 60 sacerdotes en el cumplimiento de su misión.
Con esta nueva responsabilidad sin descuidar su trabajo pastoral en el que también ha sorteado múltiples peligros, hoy tiene que enfocar sus esfuerzos a potencializar la formación de los creyentes en los conocimientos litúrgicos, bíblicos y teológicos, justo en un momento histórico en el que el católico azotado por muchos problemas por el confinamiento y la semiparalización de la economía han vuelto a fortalecer su fe y están de regreso en los templos, y buscando la luz del camino.
Como toda responsabilidad, la encomienda no es fácil para el arzobispo de Puebla, pero conocedores de su experiencia y orden estamos convencidos de la aportación que logrará para la iglesia católica y para los católicos que deben de enriquecer su formación litúrgica.
Con esta misión el pastor de la grey católica de Puebla tiene entre sus manos la posibilidad del rescatar a comunidades enteras de católicos que por muchos factores viven alejados y que hoy más que nunca tienen la necesidad de ser escuchados, atendidos y sumados.
A don Víctor Sánchez Espinosa le corresponderá trabajar para que la iglesia católica haga frente al ofrecimiento de todos los sacramentos, el contenido de los ritos de cada celebración, la organización del año litúrgico sin pasar por alto los signos de lo que el católico enfrenta cada día, y que le impactan y marcan su camino y destino.
