La “matraca”, un juguete indispensable para las fiestas patrias
Abigail González
Durante las fiestas patrias, las calles de la ciudad y del Centro Histórico se han llenado de los vendedores tradicionales con distintos artículos para festejar la Independencia de México.
Entre los artículos destacan las banderas, rehiletes, bigotes, sombreros, muñecos y las tradicionales y muy ruidosas matracas.
Los artesanos esperan que sus ventas se vea favorecidas y rebasen sus cifras a las del año anterior.
En entrevista para Tribuna Noticias, María de la Luz Flores, artesana y vendedora, dijo que los precios van desde los $25 pesos hasta los $300 dependiendo el tamaño y son fabricadas de manera artesanal; un sustento que ha trabajado por años para sacar a su familia adelante.
“Pues mucha gente las compra para hacer ruido en esta temporada y más en los partidos de fútbol o béisbol, pero el 15 de septiembre la gente compra algunas para los festejos o los desfiles de temporada, más las que son pequeñas”.
Actualmente, fabrica 300 piezas que las va distribuyendo en tiendas y que el mismo vende estos días de celebración del Grito de Independencia, que van adornadas y pintadas con diferentes figuras tradicionales o caricaturas que han marcado la infancia.
Este tradicional juguete va de diferentes tamaños, desde los 10 centímetros a 1 metro de largo; también se utilizan en Semana Santa para la celebración.
Las matracas tradicionales son fabricadas de madera, aunque algunos lo sustituyen de plástico, pero el sonido no es igual.
“Las matracas son un juguete tradicional; lo compran los turistas que tienen curiosidad, no creo que lleguen a desaparecer, son juguetes que identifican a México, en temporada baja se venden poco, pero creo que se van a mantener en el gusto de la gente”.
Un dato muy interesante es que las matracas no son originarias de México, este juguete llegó a tierras aztecas gracias a los árabes, cuando la introducen a España.
Su nombre viene de las palabras árabes “Mitraqa” que significa martillo y “Taraq” que es golpear. Hay que decirlo, México le ha dado un buen uso que pareciera originaria del país.