La tradición de las ofrendas de Huaquechula
Las ofrendas de Huaquechula tienen fama, porque son muy grandes, monumentales que se convierten en retablos modernos.
El contenido de las ofrendas es vasto por la comida y el pan que se coloca en los altares de cada familia.
El trabajo y el gasto que hacen los habitantes de esta comunidad, no tiene precio ni reparo, por muy pobre que sean las personas, la ofrenda a los muertos es una obligación sagrada.
El cronista de Huaquechula, Silverio Reyes Sarmienti habla de la singularidad de los altares que provienen desde la época prehispánica, el colorido uso de las flores de cempasúchitl, las calaveras de azúcar, los huesos de los difuntos que se elaboran con pasta, son elementos que demuestran sincretismo.
Silverio Reyes, señala el significado de las hojaldras 🏵 en este #DíaDeMuertos. Vía: @Pilar_Tribuna pic.twitter.com/8pC99prV0N
— Tribuna Vigila (@TribunaVigila) October 30, 2021
Dice el cronista que la conquista y la evangelización agregó el pan, la comida, los dulces y se incorporó el saumerio que llegó de oriente, pero que gustó su olor a los muertos mexicanos.
Fue un sincretismo que aún se vive.
Las ofrendas de Huaquechula tomaron la idea de los altares de Semana Santa y por eso, las ofrendas se levantan en columnas, con lienzos blancos enormes o azules que imaginan el cielo.
Luego en la distribución de estos altares se utiliza la pirámide que puede ser 3 pisos o más, según el número de difuntos a recordar. Pero en esencia son 3 niveles donde se van colocando las fotografías de los muertos y los objetos que le gustaban, en el segundo nivel se colocan los santos que son de la devoción de las familias y al final se coloca una cruz o un crucifijo con los alimentos.
Desde el 28 de octubre que llegan los difuntos que murieron en accidente, los niños y los demás, siempre tendrán la luz de los cirios o de velas prendidas, como la luz para iluminar a los vienen y se apagan hasta que se van el 2 de noviembre a las 3 de la tarde.
En las ofrendas abajo, se coloca el pan, el mole, las tortillas, pulque o bebida que gustaban cuando estaban vivos; si son niños se colocan dulces de cacahuate, pepita alegrías o chocolate en forma de calavera o de frutitas
Para endulzar a los muertos también se les hace dulce de calabaza, de camote morado, ponche y arroz con leche, delicias que se adornan con manzanas, mandarinas y hasta cañas.
El cronista Silverio Reyes, señala el significado de las hojaldras; unas llevan ajonjolí y otras azúcar, pero tiene una explicación, las que llevan encima ajonjolí representa las larvas que se comen al difunto cuando se entierra y las que llevan azúcar representa al polvo en que se va a convertir el mortal, tal como lo dice la Biblia que dice a la humanidad: “polvo eres y polvo te convertiras”
Las ofrendas de Huaquechula, no son baratas, la gente va ahorrando y se prepara para el gasto; van comprando poco a poco las cosas que se van a utilizar, el chile para el mole, los adornos del altar, el papel picado, la harina para el pan, las ceras y dejan al final los perecederos; el gasto puede ir de 5, 20 mil o hasta 50 mil pesos.
Algunas familias que tienen algún pariente en los Estados Unidos y desde allá destinan las remesas para la Fiesta de Muertos.
El año pasado a pesar de la pandemia del Covid, hubo ofrendas, aunque no fueron abiertas, este año habrá 38 altares.
En el atrio de la Iglesia convento de San Martín, se van a colocar este año ofrendas especiales por lo que murieron de Covid, tendrán el acompañamiento de los “llorones “ un sendero de figuras de barro o de panes que simbolizan a los dolientes que lloran por la muerte de sus deudos
Además de la creatividad para montar las ofrendas monumentales, la gente de Huaquechula es muy compartida.
A los visitantes les invitan un taco de mole, tamales o panes de los que se elaboran para la Fiesta de los Muertos que comparten la comida con los vivos.
Esa es nuestra tradición, sin temor a la muerte.