Más pueblos fantasma en México por el narco
Guadalajara, México.- Habitantes de cuatro comunidades del estado mexicano de Jalisco abandonaron sus hogares forzados por la violencia del crimen organizado en la región, una de las más golpeadas por el narcotráfico.
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El episodio más reciente se registró este viernes con un enfrentamiento armado en una carretera del municipio de Teocaltiche, en los límites con el estado de Aguascalientes, entre presuntos integrantes de los cárteles Jalisco Nueva Generación y el Cártel de Sinaloa.
Movidos por el miedo, habitantes de El Saucito, Rancho Mayor, Rancho Nuevo y El Rosario dejaron sus viviendas, informaron las autoridades.
No se precisó el número de desplazados, pero se estima que serían cientos.
Autoridades locales en colaboración con grupos católicos instalaron un albergue para recibir a los desplazados en la localidad de Mechoacanejo, ubicada en Jalisco.
La Secretaria de Seguridad Publica de Jalisco reportó, de forma preliminar, que el enfrentamiento armado de este viernes dejó como saldo una persona muerta, siete vehículos y dos granadas decomisados, así como un número no informado de cartuchos.
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La Comisión de Derechos Humanos (defensoría) de Jalisco pidió a las autoridades que se refuerce el patrullaje para garantizar los derechos a la vida, integridad y paz.
A través de redes sociales, pobladores de las comunidades afectadas por la ola de violencia han denunciado enfrentamientos constantes entre grupos del crimen organizado en los límites entre el estado de Jalisco y Aguascalientes.
Jalisco es uno de los estados más golpeados por el crimen organizado, con operaciones de tráfico de drogas y de combustible robado.
En otros estados, como Tamaulipas (noreste), Guerrero (sur) y Michoacán, también se han registrado desplazamientos de pobladores ante los embates del crimen.
Más de 300 mil personas, según cifras oficiales, han sido asesinadas en México desde que en diciembre de 2006 el gobierno federal lanzó un polémico operativo militar antidrogas.
La mayoría de los asesinatos son atribuidos a pugnas entre bandas criminales.
