Nadal gana sin piedad a Sinner y se cita con Schwartzman en cuartos de Roland Garros
En tres sets corridos, como ha venido haciendo desde que comenzó esta edición de Roland Garros, el español Rafa Nadal (N.3 del mundo) derrotó este lunes 7-5, 6-3, 6-0 al joven italiano Jannik Sinner (19º) sellando su billete a cuartos de final, donde le espera el argentino Diego Schwartzman.
El mallorquín, ganador de 13 Roland Garros y que está a tres victorias de conquistar un inédito 21º Grand Slam, ya había apeado a Sinner en cuartos el año pasado sobre el polvo de ladrillo parisino, y ahora tratará de repetir victoria ante el argentino, al que eliminó en semifinales en la edición de 2020.
“Siempre son condiciones ideales para jugar aquí, es una pista muy especial para mí, hoy he jugado ante un jugador muy bueno, con un gran futuro, estoy muy contento por la victoria”, afirmó Nadal a pie de pista nada más concluir su partido.
“Siempre es un reto jugar contra Diego, necesitaré jugar bien, son cuartos de final del probablemente mejor torneo del mundo, todos los rivales son de alto nivel”, añadió sobre su rival por un puesto en semifinales.
Tanto Nadal como el ‘Peque’ Schwartzman son los dos únicos tenistas en no haber dejado escapar un solo set desde el inicio de la quincena parisina.
Nadal firmó su victoria 104 en su torneo fetiche, en el que sólo ha perdido dos partidos desde 2005. Con su victoria de este lunes suma ya 35 sets consecutivos ganados en París, desde el que perdió en la final de 2019 contra Thiem.
“Comencé bien pero luego estuve un poco defensivo. Le di la oportunidad de meterse en el partido. Fue un error”, explicó Nadal.
Sinner se mostró sin embargo demasiado irregular para poner en peligro a Nadal: en total cometió 40 errores no forzados y sólo 11 ‘winners’.
Después de haber concedido un break en el segundo juego de partido, el joven italiano de 19 años impuso fugazmente su fuerza de golpeo hasta ponerse con 5-3 a favor y el servicio a su favor para llevarse el primer set.
Pero desperdició la ocasión con errores groseros ante el rival menos indicado para cometerlos.
A partir de ese momento Nadal no soltó el control del partido, firmando dos series de ocho juegos consecutivos.