Puebla sufrirá un cambio para bien
Definitivamente el presidente municipal de Puebla Eduardo Rivera Pérez no tiene una varita mágica para resolver todos los problemas y rezagos que acumula la capital del estado, pero es incuestionable la vocación y preocupación que tiene para poner orden y levantar del suelo a la ciudad que fue abandonada y destrozada por ocurrencias los últimos 3 años.
Las decisiones que está tomando desde luego que no satisfacen a todos, pero al comenzar a verse los primeros resultados el juicio le favorece.
Así se ha visto con el innumerable cierre de calles por toda la ciudad, cuando se emprenden las obras de bacheo que ya resultaban urgentes con el destrozo de tantos vehículos.
Igual ha ocurrido la molestia con el cierre de cruceros en el centro histórico para reconstruir los destrozados pisos.
Rivera Pérez hoy presenta un ambicioso proyecto para embellecer el primer cuadro del centro, por el que lucha para revitalizar la zona con una serie de cambios que será obligado que de entrada no satisfaga a todos, imposible que así pueda ser, pero a mediano plazo las cosas cambiarán.
Lo que ha caracterizado esta segunda gestión de Eduardo Rivera, ha sido su empeño de involucrar a los poblanos líderes y personajes más representativos de todos los círculos, para a través de estos, ir ampliando el número de poblanos sumados al trabajo por la ciudad, el compromiso y la toma de decisiones en favor de su ciudad.
De tal suerte que este trienio Puebla sufrirá un cambio para bien, con la intención de que cuando pase la pandemia y por fin todos los poblanos vuelvan a las calles, la disfruten, la sientan suya y se comprometan a defenderla de las siguientes autoridades que deben de actuar en forma responsable, y jamás solos para prevenir una nueva caída.