Se necesita una sensibilización integral para lograr la inclusión de las personas LGBT+ en el deporte
Redacción.- Así como en otros ámbitos, en el deporte hace falta una profunda sensibilización para lograr una verdadera inclusión de las personas LGBT (Lésbico, gay, bisexual, trans): una transformación que no solo se quede en las marcas deportivas o en determinadas fechas, sino que avance integralmente hacia los deportistas, las organizaciones y las competiciones, coinciden especialistas.
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Particularmente en junio —mes del orgullo LGBT—, tanto marcas deportivas como equipos y organizaciones de diversas disciplinas modifican sus imágenes institucionales para apoyar a este colectivo, pero transcurrido este periodo sus integrantes y sus estructuras continúan insensibles ante actos de discriminación y prácticas excluyentes.
Recomiendo a cualquier organización de la industria del deporte en México que antes de planear y ejecutar campañas de comunicación externas, primero sensibilicen a todos sus colaboradores internos; ellos son sus primeros voceros y representantes. Luego de esta sensibilización interna, entonces sería muy bueno que se lancen campañas con la afición deportiva en todo el país”, señala el consultor en comunicación especializado en temas deportivos y de diversidad, Carlos López Linaldi, en entrevista para El Economista.
Algunos deportistas y organizaciones han logrado incidir con la causa en el ámbito deportivo por cuenta propia en México y el mundo, promoviendo la participación de las personas LGBT, y sobretodo, visibilizando la diversidad sexual que existe entre los atletas.
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Los ejemplos pueden ir desde declarar abiertamente su orientación sexual no heteronormada, como en los casos de la futbolista Megan Rapinoe o del jugador de la NFL Carl Nassib, hasta crear organizaciones que apoyan a estas personas en su formación deportiva, como la Federación Mexicana Deportiva de la Diversidad.
No obstante, de acuerdo con López Linaldi, para seguir en el camino hacia la inclusión es necesario el apoyo de las ligas, los deportistas y las instituciones que rigen el deporte en el país.
En nuestro país se ven esfuerzos aislados que son de gran ayuda, pero que no pueden generar un cambio si no están acompañados por las ligas. Falta una educación integral que ayude a marcas, clubes y atletas a sensibilizarse sobre la discriminación alrededor de la industria deportiva en el país”, dice el especialista.
Diversas organizaciones defensoras de derechos humanos, como Human Rights Watch, han considerado a los próximos Juegos Olímpicos como una oportunidad para promover la inclusión de las personas de la diversidad sexual. En Tokio 2020, Laurel Hubbard hará historia al convertirse en la primera atleta transgénero en competir en esta justa internacional.
